Poco después de las 9:00 p.m., el voraz incendio que destruyó el edificio de una gomera enclavada en la Milla de Oro, en Hato Rey, quedó extinguido por un centenar de bomberos que laboró por más de tres horas para sofocar las llamas.

Casi al completarse las labores de extinción, el jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel Crespo, dijo que en ese momento era "prematuro conocer las causas" del fuego, pero precisó que temprano mañana, miércoles, un equipo de peritos completaría la investigación para determinar el origen del mismo.

"En un momento bajó la presión (del agua), pero eso no paralizó las labores", precisó Crespo, quien movilizó todas las unidades metropolitanas y, además, recibió apoyo de varios equipos de bomberos de pueblos cercanos a la capital para reforzar los trabajos y controlar el fuego, que se inició a las 6: 12 p.m., según precisó.

Crespo dijo que no hubo ciudadanos afectados por las llamas y solo un bombero tuvo que ser atendido por técnicos de emergencias médicas debido a inhalación de humo. El obrero, adscrito a la División de Operaciones Especiales, fue atentido en el Centro Médico de Río Piedras y se encuentra estable.

Según Crespo, las llamas siempre quedaron confinadas en la estructura comercial de venta e instalación de neumáticos. Sin embargo, en un momento se temió que se propagaran a edificios cercanos.

"El fuego nunca se propagó a otros edificios", sostuvo Crespo, tras reconocer la preocupación que sintieron personas que laboran o estudian en el área y sobre todo inquilinos o residentes de un condominio ubicado bastante cerca del edificio en llamas.

Cerca del siniestrado negocio, una hermana del dueño no pudo precisar las pérdidas materiales y el estimado se afinaría mañana.

A preguntas de este medio, Crespo sostuvo que no tenían idea clara de cómo se inició el fuego, pero eso se procuraría determinar con la investigación que comenzarán temprano este miércoles con los peritos de la agencia.

Trascendió que el negocio había sido cerrado por el dueño, aproximadamente una hora antes de que se reportaran el fuego, que obligó a bloquear parte de la avenida Ponce de León y varias vías cercanas justo al atardecer, cuando lenguetas de fuego de más de seis pies se elevaron amenazantes de la estrutura de hormigón cercana a la zona bancaria y a la sede de la Oficina del Contralor.

"Estamos celebrando que en dos horas lo extinguimos. Fue un incendio muy grande con unos retos muy particulares. Teníamos poco caudal de agua, pero hacemos la salvedad de que los hidrantes estaban operables y que había agua, pero para levantar una operación de extinción de incendio de este volúmen necesitamos un caudal mayor", dijo Crespo.

"El éxito de esta operación fue que aunque no teníamos mucho caudal en etapa inicial, el Municipio de San Juan, a través de su Oficina de Manejo de Emergencias, y la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) nos trajeron aguas por sisternas, movimos nuestros dos camiones tanqueros, estamos hablando de 6,000 galones de agua más sobre ruedas; movilizamos recursos para poderlo extinguir", explicó.

Pasadas las 9:30 p.m. un grupo de bomberos permanecía realizando labores finales. "Se están reduciendo las gomas y le estamos tirando espuma", agregó Crespo.

El jefe de Bomberos explicó horas antes que la Junta de Calidad Ambiental (JCA) fue alertada para trabajar con el monitoreo de la calidad del aire, ya que por tratarse de neumáticos el humo tóxico se propagó por una extensa zona de Hato Rey.

“El neumático es un material cuya carga de combustible es muy alta, pero por la temperatura que a esta hora es más baja, la facilidad de dispersión (de un incendio) es menor”, explicó sobre el incendio que inquietó por horas a vecinos de la barriada Las Monjas, entre otros residentes de Hato Rey.