Toa Baja. La sombra oscura de la muerte... la frase se utilizó durante los argumentos finales en el caso de pena capital de Alexis Candelario Santana para pedir un voto en contra y, posteriormente, a favor de su ajusticiamiento.

La defensa pidió que el espectro no descendiera sobre “esta bella Isla”, mientras que la fiscalía aseguró que la fuerza ya se había infiltrado por mano del gatillero.

En Sabana Seca, a pasos de donde ocurrió la Masacre de La Tómbola, hay muchos residentes que consideran que aún se encuentran inmersos en el dolor y el horror de la sombra.

Irónicamente, señales de paz provienen del antiguo establecimiento (La Tómbola), donde se fundó una iglesia evangélica, Casa de Adoración y Restauración-CELO, un santuario en medio de las pesadillas y el miedo que aún persiguen a muchos de los residentes de la comunidad.

“Como líder eclesiástico, te puedo decir que Dios tiene control sobre todas las cosas, que nada va a ocurrirle a todos los que estamos bajo su cobertura, todos los que estamos bajo su manto. Pero sí cada cual tiene que cuidarse y prever que ningún daño pueda llegar a uno”, dijo el pastor Lee Pabón.

A raíz del caso de pena de muerte contra Candelario Santana, se ha redoblado la vigilancia en el sector. Las medidas de seguridad entraron en vigor luego que testigos del caso comentaran sobre rumores de posibles represalias en la comunidad.

Otros ciudadanos, sin embargo, acuden a la iglesia en el antiguo establecimiento para mostrar su solidaridad con las personas que aún se encuentran en el proceso de rehacer sus vidas. “Yo considero una parte bien importante de mi vida venir a este lugar porque desde pequeña he sido fruto del trabajo en comunidad y de personas que quieren servir a otros. Yo consideraba que esta comunidad, después de una experiencia tan fuerte como la que ha sufrido, necesita renovar su fe” , indicó la enfermera Camille Carrión.

Viven con miedo

Pero, mientras muchos puertorriqueños celebraron el veredicto de cadena perpetua y funcionarios emiten comunicados de prensa para felicitar la decisión del jurado, hay muchos residentes que andan asustados en Sabana Seca. Ninguno se quiere dejar retratar. Piden utilizar nombres ficticios. Aunque varios residentes tuvieron el coraje y la valentía de testificar en corte abierta contra Candelario Santana, otros ciudadanos prefieren mantenerse en la periferia como medida de seguridad. “Ahora nos tendrán que enviar chalecos antibalas. Ahora tenemos mucho más miedo que antes”, indicó Mariluz (nombre ficticio), familiar de una de la víctimas de La Tómbola, atentado que dejó un saldo de ocho muertos, la muerte de un feto de ocho meses de gestación (su madre sobrevivió) y 20 heridos de bala.

“Deberían haberle preguntado a la gente del barrio, no a los de afuera que no saben cómo se vive aquí”, indicó Luis (nombre ficticio), otro familiar de una víctima de la masacre. Muchos aseguran que se quieren mudar del lugar.

Veredicto controversial

Fuentes de Primera Hora aseguran que la pena de muerte, que solo puede ser aplicada mediante un veredicto de unanimidad, no se emitió por una mujer miembro del jurado que no apoyó el ajusticiamiento por sus convicciones personales. Cabe destacar que ningún ciudadano se puede sentir presionado al emitir un veredicto.

En una entrevista con Univisión, una ex jurado aseguró que los ciudadanos que conformaron el panel estaban “libres de prejuicios” .

“Lo que vimos, lo que presentó la Fiscalía Federal en Puerto Rico, fue contundente”, aseguró la ciudadana en una entrevista con la reportera Marjorie Ramírez.

“Fue indignante completamente. Durante todo el proceso, él (Candelario Santana) no hacía ninguna expresión”, dijo al ser preguntada sobre el momento que el convicto alzó un puño de victoria al anunciarse el veredicto de cadena perpetua.

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