Abuelastro de niña muerta en crucero renuncia a juicio por jurado
El abogado de Salvatore Anello anunció que tampoco van a utilizar a un perito en reconstrucción de escena.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La defensa de Salvatore Anello, quien enfrenta un cargo de homicidio negligente luego de que la nieta de su pareja cayera de una altura de más de 100 pies de un crucero anclado en el Muelle Panamericano, anunció hoy su decisión de renunciar a su derecho de juicio por jurado.
“No vamos a juicio por jurado vamos a tomarlo por tribunal de derecho”, anunció en sala el licenciado José G. Pérez Ortiz, representante legal de Anello, quien intentó que se señalara una nueva vista sobre el estado de los procedimientos ante el cambio de estrategia, pero el tribunal no se lo concedió.
A su vez, de manera inesperada el abogado anunció que tampoco van a utilizar a un perito en reconstrucción de escena ni un médico certificado para atender aspectos sobre la condición de daltonismo de Anello.
El inicio del juicio fue pautado para los días 2,3 y 6 de abril.
Como se dispone, la jueza Gisela Alfonso Fernández, del Tribunal de San Juan, le preguntó como es de rigor si conocía el alcance de su decisión, si había sido amenazado a lo que respondió que no y si estaba satisfecho con su defensa.
“Ya no se requiere contratar perito porque la defensa anunció que desiste de esa posibilidad de contratar perito para la recreación de escena y para probar la condición de daltonismo. Ciertamente la defensa ha cambiado su estrategia y continuaremos con las fechas que tenemos pautadas para juicio”, sostuvo la fiscal Ivette Nieves Cordero.
El Ministerio Público no adelantó cuantas personas serían citadas como testigos. La fiscal Nieves Cordero se limitó a indicar que son “bastantes” sobre la cantidad de personas que sentaría a testigicar ni tampoco adelantó la teoría que van a presentar en esta etapa de los procedimientos.
Los hechos se remontan al 7 de julio del 2019, cuando la menor estaba a su cuidado y cayó por una ventana del piso 11 del crucero Freedom of the Seas, de la empresa Royal Caribbean, mientras estaba anclado. La niña Chloe Wiegand, de 1 año y 7 meses, no sobrevivió a la caída desde unos 115 pies de altura.