Sally López, la exjefa de la Administración de Desarrollo Laboral (ADL) acusada de participar de un esquema de corrupción encabezado por el recaudador popular Anaudi Hernández, fue sentenciada hoy en el tribunal federal a 9 años de prisión.

López fue hallada culpable por su papel en la trama de ventas de influencias para obtener contratos gubernamentales en la que estaban enredadas, entre otros, la Cámara de Representantes, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la ADL, y negocios privados.

Específicamente, la exadministradora de ADL fue hallada culpable de seis cargos de conspiración para cometer fraude a programas federales y fraude electrónico, conspiración para cometer fraude electrónico y privar al Estado de servicios honestos, fraude electrónico (tres cargos), y soborno.

Además de López y Hernández, también estuvieron involucrados en el esquema los exfuncionarios de la AAA y la Cámara, Invonne Falcón, Marielis Falcón y Glenn Rivera, quienes fueron todos también hallados culpables.

Otro grupo de cuatro personas que incluye a exfuncionarios y dueños de negocios ya se había declarado culpables por su participación en el esquema.