Sale de la cárcel Alex Trujillo
El excapo dijo a Primera Hora que se centrará en llevar el evangelio a otras personas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Tras 15 años en prisión, el excapo Alexander Capó Carrillo, conocido como “Alex Trujillo” salió este martes en libertad condicionada, un tiempo que aprovechará para llevar el evangelio a otras personas que se sientan perdidos en la vida.
“En este nuevo tiempo quiero restituir a Puerto Rico a través de predicar el evangelio de Cristo y poder aportar a la sociedad en todo lo que yo pueda”, expresó a Primera Hora Capó Carrillo quien durante su encierro encontró paz a través de su conversión al cristianismo y la lectura de la Biblia.
El ex sicario estuvo cuatro años prófugo de la justicia. Era uno de los criminales más buscados por las autoridades estatales y federales. Finalmente, el 5 de diciembre de 2006 fue arrestado por un contingente de agentes.
Alex fue sentenciado en el foro federal a 20 años de cárcel por cargos de conspiración para distribuir sustancias controladas como parte de una organización de narcotraficantes, por el uso de un arma de fuego y por portar un arma de fuego cerca de un plantel escolar. A nivel estatal, fue condenado a 35 años por un cargo de asesinato que nunca cumplirá en las cárceles de la Isla porque el acuerdo para declararse culpable incluyó que la condena fuera concurrente con la pena federal.
En cambio, a principio de año el juez federal Gustavo Gelpí le concedió a Alex una reducción de 240 meses a 200 meses de cárcel, según se desprende del expediente electrónico del tribunal federal.
Posteriormente, en febrero de este año, llegó a Puerto Rico para cumplir la condena estatal. De inmediato fue llevado a la cárcel de Bayamón, de donde salió bajo la Junta de Libertad Bajo Palabra hoy, antes del mediodía.
Primera Hora supo que su amigo, el ex cantante de música urbana y ahora pastor, Héctor Delgado, compartió con él tras su salida.
En este momento, Alex está concentrado en entregarse al servicio de la predicación llevando el testimonio de su vida a jóvenes y adultos de la isla.
La presidenta de la Junta de Libertad Bajo Palabra, la licenciada Aixa Pérez Mink, explicó a Primera Hora que el hombre estará bajo la vigilancia de grillete electrónico y se restringirá su horario para que pueda trabajar entre 7:00 de la mañana a 6:30 de la tarde. En su caso, el trabajo estará relacionado a labores en la iglesia.
“Debe mantenerse trabajando y residiendo con un familiar”, dijo Pérez Mink sobre Capó Carillo, quien en los últimos meses estaba en custodia mínima.
“Él cumplió con todos los requisitos que establece la Junta de Libertad bajo Palabra... no contaba con expediente en tribunales, ni querellas o denuncias institucionales”, acotó la funcionaria.
Además, explicó, que cumplió con todos los programas de rehabilitación y tratamiento, incluyendo terapias relacionadas al uso de drogas y alcohol.
“Antes de la excarcelación se le pidió una prueba de dopaje que salió negativa. Como dije, él cumplió con todo lo que se requiere para estos casos”, subrayó al añadir que hasta enero de 2024, fecha en que cumple sentencia, el convicto deberá mantenerse en contacto con su “amigo consejero”, su técnico sociopenal y visitar la Junta de Libertad Bajo Palabra cada seis meses.
Cabe destacar que los primeros años de la condena federal, Alex los pasó recluido en una cárcel en Georgia, donde logró completar su diploma de cuarto año en 2013.
De hecho, desde la prisión, escribió una serie de cartas a sus ex maestras, particularmente a una profesora de apellido Traverzo, y a los jóvenes del residencial Manuel A. Pérez de Hato Rey, comunidad en la que comenzó a dar sus primeros tumbes en el bajo mundo a los 14 años de edad. A esa edad, precisamente, Alex se convirtió en un temido gánster que controlaba varios puntos de drogas del área metropolitana.
“La verdad es que no puedo atrasar el reloj para hacer desaparecer lo que yo hice en contra de su escuela pero, he aprendido que puedo aportar mi tiempo educando a los estudiantes acerca de las consecuencias que se pagan en el mundo del crimen”, decía uno de los párrafos de la serie de cartas que Primera Hora publicó.
“El crimen por el cual me hice culpable, se relacionaba directamente con el sector público de ustedes. Fui egoísta porque no pensé en el daño que yo estaba haciendo por medio del tráfico de drogas en la cual yo estaba envuelto. Esa vida que yo vivía estaba destruyendo vidas, almas, familias y comunidades. Nunca pensé en las consecuencias de dónde iba a parar las drogas que yo poseía y vendía. Sin embargo, ahora con una mente clara, me he podido dar cuenta todo el daño que yo causé...”, agregó en otro fragmento de las misivas a modo de desahogo.