Roberto Quiñones Rivera enfrentará juicio en febrero próximo, por agredir y amenazar de muerte a un oficial correccional en el penal que permanece sumariado y en espera del caso en su contra por el asesinato de la joven bailarina desaparecida, Yexeira Torres Pacheco.

El lunes próximo, el imputado será transportado al Tribunal de Carolina, donde el juez César Almodóvar Marchany informará si encuentra causa o no para juicio en su contra por el caso de Torres Pacheco, luego de un largo proceso de vista preliminar que comenzó en septiembre pasado.

El expolicía estatal fue trasladado este martes en la mañana al Tribunal de Bayamón, para otro caso, un juicio en su contra por dos cargos menos graves de agresión y amenaza contra un guardia penal en el anexo 705 de la Cárcel Regional de Bayamón.

El proceso judicial estaba pautado ante la jueza Albis Rivera Medero, pero tanto la fiscalía como su abogado Jorge Gordon, estuvieron de acuerdo en posponerlo para el 15 de febrero entrante, y así no fraccionar la prueba.

Según la pesquisa, el 1 de septiembre de 2012, Quiñones Rivera le pidió al oficial Edgardo Afanador Nieves que prendiera el televisor, pero el querellante estaba en medio del recuento de confinados, por lo que no le hizo caso.

Fue entonces que el sumariado lo agarró presuntamente por el pantalón, cerca a su área genital y lo pegó contra las rejas de una celda, diciéndole: "Ca... hijo de pu..., tú lo que quieres es jo... con nosotros. Cuando salga de aquí, te voy a matar y te voy a arrancar los brazos".

Es por este supuesto incidente que Quiñones Rivera será juzgado.

Mientras, en el otro caso próximo a resolución judicial y que está relacionado a su entonces pareja Torres Pacheco, se le atribuye al reo ser la última persona que estuvo con la bailarina el 24 de octubre de 2011, cuando iban de camino a Bayamón a hacer un trabajo de tapicería encomendado a Quiñones Rivera.

Desde entonces, no se sabe del paradero de Torres Pacheco y no se ha encontrado su cuerpo. El 30 de octubre pasado, su madre Iris Pacheco presentó la querella de persona desaparecida.

Testigos del caso declararon en la vista preliminar que se encontró sangre de la víctima en la guagua del imputado, además de que admitió supuestamente a otros reos que la había matado, pero que nunca encontrarán su cuerpo.

Además, Quiñones Rivera cumple una sentencia de 42 meses de cárcel por tener un marbete falso y apropiación ilegal de un chaleco antibalas cuando fue expulsado de la Policía en 2004.