El expediente legal de Ana Cacho fue hurtado durante un escalamiento ocurrido la noche del jueves en la oficina de la licenciada Brenda Berríos Morales en Río Piedras.

Según el informe de novedades de la Policía, el escalamiento se produjo a las 10:36 p.m. del jueves, en la suite 301 del edificio localizado en la calle Yale, intersección con la avenida Luis Muñoz Rivera, donde delincuentes forzaron un plafón del techo logrando acceso a la oficina donde se apropiaron del expediente legal de Cacho, $200 en efectivo, y una computadora portátil marca Gateway valorada en $600.

La querella fue presentada por la secretaria de la licenciada, quien se percató del escalamiento a las 8:00 a.m., de hoy, viernes.

Cuando este medio llegó hasta la oficina de la licenciada Berríos, agentes de la División de Delitos contra la Propiedad del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC), del área de San Juan, investigaban la escena, tomando fotos y pruebas de huellas dactilares.

Berríos Morales salió brevemente a hablar con este diario, visiblemente afectada.

"(Estoy) nerviosa por las circunstancias, pero no voy a dar más información", dijo la abogada, quien no quiso dar detalles de los artículos hurtados y quien estaba acompañada en la oficina por Jorge Aponte, quien provee servicios de escolta a Cacho.

"Voy a dejar que la Policía haga su trabajo. Ese es el problema que hay, que se difunde información antes de que termine la investigación. Quiero que hagan su trabajo", agregó Berríos Morales, en obvia referencia al caso de Cacho, del que ha criticado en el pasado que se ha divulgado información confidencial de la pesquisa.

Imágenes de cámaras de seguridad captan a posible sospechoso

La agente investigadora del caso, Karina Lasalde, informó que trabajan en la identificación del sospechoso del escalamiento, ya que su imagen fue captada por los vídeos de las cámaras de seguridad del edificio.

“La administración nos va a facilitar los vídeos de las cámaras de seguridad tan pronto la persona encargada se persone y lo sustraiga. Lo pudimos evaluar y es un caballero que se observa entrando al edificio se observa saliendo con un bulto color rosa que contenía su computadora (la de Berríos Morales)”, declaró Lasalde.

El escalador fue descrito como delgado, de unos 5’9” de estatura, tez trigueña y vestía un mahón largo. En la imagen del vídeo se observa que tenía una gorra y gafas, a pesar de que era de noche.

Una oficina aledaña a la escalada resultó con daños, ya que se levantó su plafón para lograr acceso al lugar, pero de ninguna otra oficina del edificio se reportó apropiación ilegal de propiedad.

La Policía espera que otros comerciantes del área colaboren con la pesquisa y provean los vídeos de sus cámaras de seguridad para ver si el individuo fue captado en las imágenes.

La abogada realizaría un inventario de su propiedad para determinar si le robaron alguna otra propiedad o documento de su oficina.

Cacho ha sido señalada por el Departamento de Justicia como sospechosa del crimen de su hijo Lorenzo González Cacho, de ocho años, ocurrido durante la madrugada del 9 de marzo del 2010. Al momento de los hechos, el niño dormía en la residencia de la urbanización Dorado del Mar, pero al presente no se han radicado cargos por el delito.

La licenciada Berríos Morales ha sido una de las abogadas, junto con Sharon González, que ha representado a Cacho en el pleito legal para que se le devuelva la custodia de sus dos hijas.

Cacho se ha negado a prestar declaración jurada ante el Ministerio Público sobre lo que sabe de los hechos, a pesar de que las autoridades aseguran que tiene información relevante para el esclarecimiento del crimen.

Anteriormente, en junio de 2010, individuos robaron documentos y evaluaciones psicológicas del caso del vehículo de María del Mar Torres Surias, una psicóloga contratada por el Departamento de la Familia. El cristal trasero de la guagua Ford Explorer de Torres Surias fue forzado y se robaron una computadora laptop, los documentos y dinero en efectivo. Dicho robo fue en los predios del centro comercial Plaza Escorial, en Carolina.