Los buques de la Guardia Costera Heriberto Hernández y Richard Dixon repatriaron a 91 inmigrantes a la República Dominicana entre el miércoles y el viernes, tras dos intervenciones separadas, en aguas del Pasaje de la Mona, cerca de Puerto Rico.

La primera intervención se produjo el martes por la mañana, después de que una tripulación aérea de la Subdivisión Aérea y Marítima del Caribe del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos, notificara a los vigilantes del Sector San Juan de la Guardia Costera el avistamiento de una presunta embarcación de inmigrantes de 20 pies, al oeste de Rincón. Los buques Heriberto Hernández y Richard Dixon, y un barco de la Estación de San Juan interceptaron la embarcación sospechosa.  Tras la detención en alta mar, la tripulación del Heriberto Hernández embarcó a 53 inmigrantes, de los cuales 48 afirmaron ser de nacionalidad dominicana y cinco de nacionalidad haitiana.

La segunda intervención se produjo el miércoles por la mañana, cuando dos unidades de superficie de la Subdivisión Aérea y Marítima del Caribe del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos interceptaron una embarcación de migrantes de 25 pies frente a Cabo Rojo. También llegaron al lugar unidades marítimas de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA). Después de la intervención, la tripulación del Heriberto Hernández embarcó a 39 migrantes, que fueron repatriados a la República Dominicana.

“Estas intervenciones ponen de relieve la fuerza y la determinación colectiva de nuestras alianzas locales y federales en materia de aplicación de la ley para detener la migración ilegal en nuestra zona de responsabilidad”, declaró el comandante Matthew Romano, jefe de respuesta del Sector San Juan. “Estos viajes ponen continuamente en peligro la vida de los inmigrantes que se embarcan en naves improvisadas no aptas para la navegación y excesivamente sobrecargadas para transitar por el Paso de la Mona. Instamos a quienes estén pensando en participar en uno de estos viajes a que no se hagan a la mar arriesgando su vida, y en su lugar busquen vías de migración seguras, ordenadas y legales”, añadió.

Los inmigrantes interceptados en el mar o detenidos en tierra no pueden permanecer en Estados Unidos ni en ningún territorio estadounidense. Además, cualquiera que llegue ilegalmente puede ser declarado inelegible para las opciones de libertad condicional de inmigración legal y ser repatriado a su país de origen o devuelto al país de partida, advirtió la Guardia Costera en un comunicado.