El juez Jimmy Sepúlveda Lavergne llamó la atención de Lisha Ramón Mejías hoy, martes, luego de que la influecer, implicada en un incidente en el que resultó herida una mujer en Santurce, llegara una hora tarde a la vista que tenía pautada.

Contra Ramón Mejías pesan cargos por agresión grave y violación al artículo 6.06 (Portación y Uso de Armas Blancas) de la Ley de Armas, por los que se encontró causa en su contra y se le fijó una fianza de $150,000 que esta no pudo prestar.

Tras ser ingresada a prisión, su defensa solicitó una rebaja de fianza que la jueza Nerisvel C. Durán Guzmán aprobó. La togada entonces fijó una fianza de $3,000 por el cargo de agresión grave. La fianza del cargo relacionado a la Ley de Armas fue diferida por la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (PSAJ).

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La vista preliminar del caso fue pautada para hoy a las 8:30 de la mañana, pero Ramón Mejías llegó una hora tarde al Tribunal de Primera Instancia de San Juan, por lo que el juez Sepúlveda la regañó y además le advirtió que si para la próxima fecha no llega a tiempo, ordenaría su arresto.

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Tras el altercado, las partes dijeron no estar preparadas para ver el caso, por lo que fue reseñalado para el 4 de diciembre a la 1:30 de la tarde.

Los hechos de este caso se remontan a la madrugada del domingo 8 de octubre, cerca de un negocio en la intersección de la calle Sagrado Corazón con la Avenida Eduardo Conde, en Santurce, en el Ramón Mejías que se vio involucrada en una disputa con otra mujer.

Según la querella radicada contra Ramón Mejías por una mujer, a eso de las 5:30 a.m. mientras estaba de pasajera en una guagua Ford Escape, color blanco, manejada por una amiga, reconoció a la comerciante que está muy activa en redes sociales y esta (Lisha) se le acercó al cristal, manifestándole que lo bajara, que no le tenía miedo.

La perjudicada es una amiga que acompañó a la expareja de quien fue el novio de Ramón Mejías al Tribunal de Carolina para radicar una orden de protección.

La mujer alega que Ramón Mejías luego la agredió en un brazo con un objeto cortante, que podría ser una botella, lo que requirió que le tomaran 13 puntos de sutura.