A casi ocho años de los salvajes asesinatos de una embarazada y sus dos niños – de ocho y 10 años de edad- en la llamada “Masacre de San Juan Park”, miembros de un equipo de crímenes mayores de la Policía de Puerto Rico recrearon anoche la escena junto a personal del Negociado de Ciencias Forenses (NCF) para  “corroborar” una información que pudiera ayudar a esclarecer el notorio caso.

Así lo explicó a Primera Hora el inspector Rolando Trinidad, comisionado auxiliar en Investigaciones Criminales de la Policía, al indicar que las labores se realizaron entre 6:00 y 9:30 de la noche luego de conseguir una orden de allanamiento a través del Tribunal.

“No te puedo dar muchos detalles porque esto es una investigación, pero sí estuvimos allí junto gente de Forenses y la fiscal del caso (Gretchen Pérez) para corroborar una información que ha surgido en la investigación y que era para nosotros necesario corroborarla  regresando a la escena”, destacó Trinidad al agregar que la evidencia levantada será analizada por el NCF.

Reiteró en par de ocasiones que la investigación del crimen que consternó a todo el país, continúa activa y que hay un gran interés en la Uniformada por esclarecerlo. Además, dijo que cabe la posibilidad de que se lleve a cabo otra recreación de escena, si la investigación lo requiere.

“Tenemos esperanza que vamos a esclarecer este caso y el esfuerzo está dirigido a eso”, expresó al instar a cualquier persona que tenga información sobre la masacre a comunicarse de manera confidencial al 787-340-2020.

Los hechos de este caso se remontan al sábado 19 de marzo de 2011 cuando Lorenis Karen Mejías Contreras fue encontrada muerta junto a sus dos hijos Néstor y Jeremy. Todos murieron apuñalados y golpeados.

Fue doña Ramonita Contreras, la mamá de la fémina -quien tenía ocho meses de embarazo para entonces- quien enfrentó el horror de descubrir la sangrienta escena. Precisamente ese día Ramonita y su hija iban a comprar los últimos detalles que faltaban para el baby shower de Lorenis, que se celebraría al día siguiente.

“Fue una cosa horrible como yo los encontré en el piso bañados en sangre, ejecutados como si fueran criminales”, relató la mujer en una entrevista exclusiva  con Primera Hora en el 2013.

“Al niño me le cortaron la yugular, a Jeremy, y la boquita –parece que quería gritar– y le cortaron (señalando con su dedo índice una línea desde la comisura de la boca hacia afuera). Eso fue lo que yo vi. Al tratar de agarrar a mi hija, me agarraron y no vi más nada. Solamente vi brillar al niño (por la sangre)”, relató entonces Ramonita sin poder contener el llanto.

A pesar de que había huellas de pisadas y huellas dactilares en la escena, hasta el sol de hoy no se han radicado cargos por este estremecedor caso.

En cambio, siempre han trascendido dos teorías sobre lo que pudo haber suscitado la masacre.

La primera está vinculada a un hecho en el que Jeremy -meses antes del triple asesinato- estuvo involucrado en un confuso incidente en el que echó a la basura unas sustancias controladas que había encontrado en las inmediaciones del complejo residencial  y que, supuestamente, pertenecía a uno de los vecinos y dueño del punto de drogas.

La otra teoría gira en torno a un supuesto engaño de Lorenis hacia uno de los sospechosos, a quien le indicó que esperaba un hijo de él cuando realmente lo había procreado con otro individuo.

De otra parte, en un principio -según información publicada en los medios de comunicación-  se investigó el caso como uno de posible violencia doméstica ya que se sospechaba de un agente de la policía que se dijo tenía una relación sentimental con la víctima. El agente fue desarmado, pero luego fue descartado por las autoridades como posible autor del crimen.