Cargos federales fueron sometidos hoy contra Carlos Juan Cruz Rivera, sospechoso de cometer robos y al menos cuatro agresiones sexuales en el área metropolitana, por dos cargos de carjacking, dos por uso y portación de un arma de fuego durante la comisión de un delito de violencia y por posesión de un arma siendo un convicto 

Cruz Rivera, quien fue arrestado la noche del martes en el residencial Luis Lloréns Torres, pernocta desde ayer en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, por violar condiciones de una libertad supervisada de cinco años por otro caso federal previo de fraude bancario y por el que ya cumplió un año y medio de cárcel.

La jefa de Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez, informó que la magistrada federal Camille Vélez Rivé autorizó una denuncia criminal contra Cruz Rivera por los cargos antes mencionados.

"Felicito a los agentes de la Policía y detectives por su persistencia y esfuerzos para resolver estos crímenes. Vamos a proteger celosamente a las víctimas para hacer justicia y procesar al acusado con todo el rigor de la ley", manifestó Rodríguez en un comunicado de prensa, y destacó que la fiscal del caso es Jenifer Hernández Vega.

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"Este depredador sexual ya no podrá vagar por las calles de Puerto Rico buscando a víctimas inocentes e indefensas para atacarlas a diestra y siniestra. El FBI, junto con la Fiscalía federal, continuará usando sus recursos y herramientas investigativas para procesar a individuos como Cruz Rivera", dijo por su parte el jefe del FBI en Puerto Rico, Carlos Cases.

De ser encontrado culpable por estos delitos, Cruz Rivera podría enfrentar una sentencia de hasta cadena perpetua.

De acuerdo a la denuncia de la investigación del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), el imputado, mejor conocido como El Cano Lloréns, fue detenido por la Policía de Puerto Rico el 21 de julio pasado tras una pesquisa relacionada por varios incidentes de agresiones sexuales, secuestro, carjacking y robos perpetrados entre mayo y julio.

Uno de los carjackings ocurrió el 30 de junio a eso de las 9:30 p.m. cuando el sospechoso asaltó a una mujer cuando llegaba a su casa en Santurce. Se informó que cuando la fémina, identificada en la acusación federal como víctima #1, iba a salir del carro, sintió alguien presionar su espalda y hombro. Cuando se viró, observó a Cruz Rivera parado al lado de su vehículo portando un revólver plateado. El hombre le instruyó a que se moviera al lado del pasajero.

Cruz Rivera guió el carro hasta un banco en Isla Verde. En el camino, la mujer le preguntó a dónde iban y dijo que estaba preocupada que no fuese a violarla porque tenía seis meses de embarazo. Él simplemente le dijo que iban "a algún lado" y que no se preocupara por detalles. En el banco, tomó la tarjeta de ATM de la perjudicada y su número de seguridad para retirar $500.

De ese incidente fue que la Policía obtuvo el vídeo de las cámaras de seguridad.

El imputado llevó a la mujer a un lugar aislado en Villa Palmera, donde cometió actos lascivos mientras ella le rogaba que no la violara. Luego él se bajó del auto y se fue del área.

Otro suceso ocurrió el 11 de julio cuando Cruz Rivera cometió otro carjacking en Santurce a las 11:00 p.m. Se indicó que una mujer, identificada como víctima #2, se detuvo en una gasolinera en la esquina de las calles San Jorge y Loíza, Cruz Rivera se le acercó y le anunció que se trataba de un asalto, apuntándola con una pistola color negra. Le indicó que quitara los seguros y se montó en el lado del pasajero. Fue entonces que le instruyó a guiar hasta el mismo banco en Isla Verde al que fue con la víctima #1.

Cuando fue a sacar dinero del cajero automático desde el mismo carro, el hombre le dijo que sacara $60. Después la mandó a ir hasta un área aislada en Villa Palmera. Al llegar allí, se bajó y se fue caminando.

Cuando los policías estatales lo arrestaron el martes pasado, ocuparon una pistola Glock 22 calibre .40 y tres magacínes del apartamento donde vivía en el residencial Luis Lloréns Torres, donde mismo fue detenido.

Ambas víctimas lo identificaron positivamente en una rueda de confrontación en el Cuartel General de la Policía ayer, miércoles.

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El miércoles por la noche, Cruz Rivera fue llevado hasta MDC por violar las condiciones de su libertad supervisada, que era de un término de cinco años luego de salir de prisión el 20 de enero pasado tras cumplir un año y medio en prisión por el caso de fraude bancario.

La vista para demostrar causa para determinar si procede la revocación de la libertad supervisada está pautada para el 4 de agosto ante la magistrada federal Camille Vélez Rivé.

El hombre fue señalado como sospechoso de violar a varias mujeres en el área metropolitana, por lo que a nivel estatal, están en espera de las pruebas forenses correspondientes para radicarle cargos por agresión sexual. Es persona de interés en al menos cuatro violaciones ocurridas entre Santurce, Condado e Isla Verde.

El mes pasado el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan había divulgado un boceto del sospechoso tras reportarse dos violaciones, entre ellas una el 30 de mayo en la avenida Ashford en el Condado donde una mujer que esperaba a una amiga fue sorprendida por el individuo, quien la encañonó y la agredió sexualmente. La segunda se reportó en la Plaza del Mercado en Santurce, el 7 de junio, donde bajo amenaza también abusó sexualmente de otra mujer. 

Mientras, el jueves de la semana pasada otra mujer denunció que fue interceptada por el hombre mientras abordaba su vehículo en la calle Cordero en Santurce luego de salir de compartir con amistades en un restaurante de la calle Loíza. El individuo la llevó a retirar en dos ocasiones dinero de cajeros automáticos y compró agua en un servicarro en un restaurante de comida rápida y la abandonó en Santurce.

El caso más reciente ocurrió este sábado frente a una hospedería en Isla Verde donde una mujer fue raptada y agredida sexualmente por el individuo, tras obligarla a retirar dinero de un cajero automático. 

En 2012, Cruz Rivera fue acusado junto a otras 15 personas por conspirar para cometer fraude bancario y extorsión por una suma de $1.7 millones. Esto lo hizo desde la Cárcel Regional de Bayamón. Se declaró culpable el 5 de noviembre de 2012 por usar celulares prepagados desde el interior de la institución carcelaria para contactar a coacusados, de los cuales al menos uno él mismo reclutó, para darles instrucciones para que prepararan los cheques y documentos falsos para fraudulentamente comprar los vehículos.

En el foro estatal, el sospechoso ha sido acusado por delitos graves y menos graves, como escalamiento, robo y fuga desde el año 1993.