Las autoridades federales sometieron cargos criminales contra el dueño de una residencia del sector Los Ortiz del barrio Piñas en Toa Alta, donde policías estatales hallaron un sofisticado laboratorio e invernadero de plantas de marihuana entre el miércoles por la noche y jueves en la madrugada en dos vagones enterrados 12 pies bajo tierra.

El individuo, identificado como Orlando Alvarado Cosme, enfrenta acusaciones de posesión con intención de distribuir marihuana y la posesión de armas de fuego para adelantar un crimen de narcotráfico. 

Las autoridades detuvieron a otras tres personas durante el operativo, pero Alvarado Cosme es el único que hasta la fecha de hoy enfrenta cargos federales.

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El laboratorio y el invernadero se localizó por una escalera escondida debajo de un piso falso de madera en una casa para juego de niños. Esta estructura, a su vez, colinda con la residencia principal de dos plantas de la propiedad que está rodeada por un muro de cemento.

Agentes de la división de Drogas de Bayamón pudieron confiscar 102 plantas de marihuana, dos pistolas y municiones del rifle de asalto AK-47, entre otros calibres, durante el allanamiento que se pudo efectuar mediante una confidencia, según se desprende de una denuncia radicada en el caso.

Los agentes de la Administración Federal Antidrogas (DEA) entrevistaron a los cuatro detenidos.

La Policía encontró dos vagones enterrados bajo tierra en Toa Alta, en los que operaba un laboratorio e invernadero de marihuana en el terreno de una residencia. El acceso a esos furgones era por una escalera escondida bajo un piso falso de una casa para juego de niños.