“Que ningún asesino quede impune”: Adiestran sobre la manipulación de escenas de feminicidio
Personal forense, entre otros, se beneficiará de un adiestramiento intensivo de tres días sobre la falsificación de escenas de crímenes.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Las pesquisas de dos de los cinco feminicidios que actualmente se litigan en los tribunales de Puerto Rico, iniciaron como investigaciones de suicidios.
Y es que Juan Ángel Cabrera Elisa y Miguel Ángel Rodríguez Nieves, imputados, respectivamente, de ser los autores de las muertes de Tania Ríos González -asesinada en Gurabo en el 2020- y Melissa Belén Falú Allende- muerta en Loíza en el 2021- ocultaron su crimen al alegar que sus exparejas terminaron con sus propias vidas.
Ambos casos evidencian que, pese a que cualquier asesino puede intentar ocultar el delito al dar falso testimonio y manipular las escenas de crimen para aparentar que la persona se suicidó, las víctimas en situaciones de violencia doméstica suelen ser más vulnerables a esto, manifestó Laura Hernández Gutiérrez, directora de la División de Coordinación de Unidades Especializadas en Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores (DCUE), a preguntas de Primera Hora.
“Es muy frecuente que, en los casos de feminicidios, los agresores quieran ocultar la manera en que murió la víctima. Esto puede ocurrir en cualquier tipo de caso, pero particularmente en los feminicidios la vulnerabilidad de una víctima (es mayor al) convivir con (su) agresor”, acotó.
Dado esto, la DCUE -que está adscrita a la Oficina de la Jefa de los Fiscales del Departamento de Justicia- ha dedicado tres días de capacitación intensiva, del 14 al 16 de junio, para orientar a fiscales, investigadores forenses, patólogos, empleados de la Oficina de la Procuradora de la Mujer (OPM) y el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), y personal de organizaciones sin fines de lucro que se dedican a la erradicación de la violencia doméstica y policías, entre otros funcionarios, en la optimización del procesamiento de los casos criminales y, también, prevenir los feminicidios.
“Que ningún asesino se salga con la suya”, puntualizó Hernández Gutiérrez.
Con este adiestramiento, pronosticó la directora, las autoridades podrán ser más eficientes a la hora de identificar y esclarecer estos casos, pues aunque las muertes de Tania Ríos González y Melissa Belén Falú Allende “nos da una idea de cuán frecuente ocurre”, el Departamento de Justicia no pudo contabilizar cuántos supuestos suicidios han sido, verdaderamente, asesinatos o si existe un alza en este tipo de encubrimiento.
“Ha habido unos casos que sí los hemos podido esclarecer, pero desconocemos cuántos han quedado sin esclarecer”, confesó a este diario.
“Hemos visto que, a través de la historia nuestra, existen estos casos. Lo que queremos es investigarlo de la mejor manera para que el procesamiento sea adecuado y evitar que casos queden sin esclarecer. Así que, lo que nosotros procuramos con esta educación tan especializada, con un perito de primer orden, es que todos los componentes tengamos los conocimientos de última (más recientes) para que podamos identificar estos factores, las investigaciones forenses se hagan de la mejor manera y aquí ningún asesino quede impune y sin castigo. Que se les haga justicia a todas las víctimas de feminicidio y de asesinato en Puerto Rico”, continuó al recordar que ella misma procesó un caso de esta índole.
Los talleres, subvencionados con fondos otorgados por la OPM, son cónsonos con el Estado de Emergencia ante los casos de violencia de género, declarada por el gobernador Pedro Pierluisi y que estará vigente hasta el 30 de junio.
“Esto es un esfuerzo que ha hecho el Departamento de Justicia de reunir a todos los componentes del sistema de justicia para evitar que todos estos asesinos que se creen que pueden salir por la puerta ancha no se salgan con la suya. Todos van a tener el castigo adecuado, porque todo asesino tiene que cumplir con lo que hizo”, reiteró Hernández Gutiérrez.
“Aquí todos los delitos que se cometan, en este tipo de asesinato, el Ministerio Público va a estar preparado para desarrollar sus destrezas en investigación forense para poder identificar todas aquellas señales que reflejan que una escena ha sido alterada para lograr su esclarecimiento y permitir que se procese adecuadamente y conforme a derecho estos agresores que no puedan, entonces, continuar en la calle como si nada hubiese pasado”, agregó.
Los recursos no se limitarán a orientar sobre los aspectos que se deben identificar en la etapa investigativa, sino también ampliarán sobre las señales y los patrones de violencia que presentan las víctimas para, así, evitar el feminicidio.
“Estamos hablando de que muchas mujeres llegan a la sala de emergencia con golpes, la famosa (justificación) ‘me caí’, ‘resbalé . Este adiestramiento ayuda a que se pueda identificar y que no tengamos que llegar al desenlace fatal: el feminicidio”, dijo a Primera Hora la procuradora interina de la OPM, Madeline Bermúdez Sanabria.
“¿Todo encaja?”
El adiestramiento contó hoy con la participación del doctor William Smock, médico forense y director del Programa de Medicina Forense Clínica del Departamento de la Policía a Metropolitana de Louisville, Kentucky. Smock, además, se ha desatacado como perito en casos criminales notorios en los Estados Unidos, como la muerte de George Floyd en el 2020 por asfixia provocada por estrangulamiento posicional.
Durante su presentación, el doctor explicó las señales importantes a la hora de identificar si una muerte es accidental o provocada. Entre estas, los investigadores deberían determinar si la víctima falleció prematuramente, si fue encontrada muerta en su propio hogar y si existe evidencia de movimiento en la escena. En el caso de parejas sentimentales, se deberá establecer si la pareja de la víctima la haya encontrado, si fue la última persona que la vio con vida, si hay evidencia de historial previo de violencia entre ambos o si una de las partes quería terminar con la relación.
“El doctor no solamente nos está enseñando el aspecto de la investigación forense, sino cómo la investigación criminal y la investigación forense se unen para lograr el esclarecimiento de estos casos”, aseguró Hernández Gutiérrez.
Durante el taller, Smock examinó varios de los casos en los que trabajó, incluyendo el homicidio del octogenario Otis Conner, asesinado a manos de su hijo Anthony Conner en el estado de Idaho en el 2013.
Mostrando imágenes de la escena del crimen, Smock desmenuzó cada aspecto, desde las gotas de sangre cercanas al cuerpo, los golpes en su cráneo y hasta la lividez cadavérica, aspecto que ayudó a comprobar que Anthony había movido el cuerpo de su padre para aparentar que su progenitor cayó de una escalera de manera accidental.
“¿Todo encaja, sí o no? “, le cuestionó al público mientras analizaba las imágenes.
También, habló del feminicidio de Stacy Feldman, asesinada por su esposo, Robert Feldman, quien alegó que la mujer murió al resbalar en la ducha y tras consumir marihuana comestible. Fue gracias al peritaje de Smock lo que ayudó a descubrir la verdadera causa del deceso de Stacy: Robert la agredió y estranguló hasta matarla.
“(Buscamos) que desde la etapa investigativa ya los fiscales sepan lo que tienen que estar mirando, para que este tipo de delito no quede como suicidio y sí se procese como asesinato. Es darles herramientas a todos los componentes del sistema -policías, Instituto (de Ciencias Forenses), fiscales- para que investiguemos y, si es un asesinato, lo podamos procesar”, comentó a este medio la jefa de los fiscales, Jessika Correa González.