La niña Arianys Nicole Rosa Luquis, asesinada el Día de las Madres cuando sicarios tirotearon a su familia frente a su hogar en el sector La Granja, en Ciales, fue sepultada esta tarde en el cementerio nuevo de ese municipio.

En el camposanto, entre lágrimas, canciones y la celebración de lo que fue la corta vida de la menor, se lanzaron globos y más de una docenas de palomas fueron liberadas.

Los restos de la niña fueron transportados en  un coche adornado por globos, flores y hasta una bola de su deporte favorito, el voleibol.

La comitiva fúnebre partió poco después de las 2:00 p.m. de la funeraria Sinaí, en Ciales, acompañada por más de un centenar de personas, entre ellos sus compañeros de la escuela Segunda unidad Nueva Urbana de Ciales, donde cursaba su tercer grado.

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“Mi Negra, yo no tengo con quién jugar. ¿Quién va a pelear conmigo? Mi Negra, ay, Dios”, gritaba Rosa, quien les pedía a sus allegados que le permitiera desahogarse, porque “mi corazón está destruido”. Sorpresivamente, con mucha dulzura se le acercó a Rosa, su hijo Jonathan, quien para consolarlo colocó su cabeza junto a la suya, la cual estaba recostada sobre el féretro color perla y comenzó a decirle que no pensara en lo que pasó, sino que se enfocara en lo que Arianys significó para ellos durante su breve vida.

“No podemos pensar en lo que pudo haber sido, ni en lo que fue, sino en lo que Arianys logró”, manifestó.

Durante el sepelio, las autoridades continuaban trabajando para identificar a los sospechosos del vil asesinato, luego que este miércoles circularan las fotos del vehículo en el que viajaban los sospechosos con la esperanza de que la ciudadanía colabore con su identificación y arresto.

El vehículo fue descrito como un Suzuki SX-4, color rojo, de un modelo entre los años 2009 y 2012.

El automóvil tiene las dos puertas del lado derecho de color negra, no tiene el foco delantero del lado izquierdo y el guardalodos delantero ese lado tiene relleno de color gris.