Los restos del empleado de la Oficina de Recreación y Deportes de Comerío, Edwin Nieves Rosado, que la Policía cree fue asesinado y descuartizado para el 8 de enero, fueron localizados anoche por personal de la División de Homicidios de Aibonito en un barranco aledaño a una carretera del sector La Mora en el barrio Vega Redonda de Comerío.

El motivo del macabro crimen podría ser el robo ya que Nieves Rosado, de 49 años, había cobrado la liquidación de un pago por trabajos realizados a través de las oficinas de la Administración de Derecho al Trabajo (ADT) el viernes 7 de enero y  la última vez que fue visto con vida fue el sábado, cuando estaba acompañado de tres individuos.

Su padre, Juan Nieves, lo reportó desaparecido el 11 de enero a la Policía. El cuñado del occiso, Luis Marcano, identificó su cadáver.

El teniente Cándido Pagán, supervisor del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Aibonito, dijo que anoche entrevistaron un hombre que fue visto con el empleado municipal y les reveló que sabía que fue asesinado y su cuerpo desmembrado fue lanzado por un risco.

“Los grupos localizaron lo que era unos bultos y dentro, envuelto en sábanas y dentro de una bolsa plástica negra, estaban las piernas y la cabeza”, indicó Pagán.

Luego del hallazgo, el testigo, que en un principio alegó que no participó del crimen, indicó a los agentes que buscaran bien que había dos bolsas más, las cuales fueron localizadas y estaban en proceso de ser recuperadas. Se presume que en estas esté el torso, ya que debido al estado de descomposición no fue posible distinguirlo, agregó el oficial, quien observó que los cortes que le dieron al cuerpo eran “bien precisos”.

Las autoridades continuaron entrevistando al testigo para localizar la escena del crimen y los cómplices del horrendo crimen. Posteriormente, el testigo admitió que estuvo presente, pero negó haber sido el que le dio muerte.

“Estamos enfocados en por qué lo pican, por qué lo descuartizaron de esa manera”, respondió Pagán al preguntarle sobre el móvil del crimen y la manera en que lo asesinaron, si el propósito era sólo el robo.

“No tenía problemas con nadie, lo conocen como una persona sana, que no tenía problemas de drogas”, observó sobre el occiso.

Era cuatrista y trovador

La familia de Nieves Rosado quedó consternada por la tragedia y ni siquiera a su madre, de 82 años, que se encuentra delicada de salud, se le había informado la muerte de su hijo.

“¿Cómo alguien pudo haber hecho esto? Ha sido horrible”, declaró la hermana del difunto, Marisol Nieves, quien estaba en proceso de darle conocimiento al resto de los 11 hermanos de la familia.

El occiso era cuatrista, discípulo de Maso Rivera y conocido en el pueblo como uno de sus mejores trovadores.

El alcalde, José A. Santiago, por su parte declaró que este ha sido un crimen sin precedente y recordó que en noviembre los comerciantes del pueblo hicieron una actividad para regalarle un cuatro nuevo ya que el suyo estaba deteriorado.

“Estamos todos consternados porque se trata de una persona muy querida en el pueblo y que interpreta la música típica en su cuatro. Él ayudaba en actividades religiosas y de recaudación de fondos cuando una persona estaba enferma”, agregó el Alcalde.

Recordó que hasta le hizo un turno especial de trabajo para que pudiera cumplir con sus responsabilidades en Recreación y Deportes para que en el fin de semana fuera a sus actividades artísticas.

“Estamos todos compungidos, ciertamente, encontrar en pedazos un cuerpo es una escena que a todos nos ha dejado aterrados. Quien le tocó identificar los restos fue a su cuñado Luis Marcano, quien trabaja en la Agencia de Manejo de Emergencias Municipal”, destacó el mandatario local.

Siguen búsqueda

A las 1:30 de la tarde llegaron los técnicos del Instituto de Ciencias Forenses a Comerío para continuar la recuperación de los restos y alguna otra evidencia, como las herramientas utilizadas para desmembrar el cuerpo. También llegó el antropólogo Edwin Crespo.

El cadáver fue encontrado 30 pies debajo de la orilla de la carretera PR-7774.

De acuerdo a la declaración del testigo, que es un adicto a drogas, a Nieves Rosado lo golpearon primero en una cancha cercana, desmembraron su cuerpo en un pastizal cercano y después lo colocaron en sábanas y bolsas para tirarlo por el risco.