Policía también enfrenta la violencia machista desde sus entrañas
La coordinadora de las divisiones de Violencia Doméstca y supervisora del Centro de Operaciones de Órdenes de Protección defendió la rigurosidad de sus investigaciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Romper con las conductas machistas, erradicar la costumbre de normalizar el maltrato conyugal, recobrar la confianza en el Sistema de Justicia y lograr convicciones en los casos de violencia de género son indispensables para trabajar con la prevención de feminicidios, no solo en defensa de la ciudadanía sino desde el propio epicentro del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), donde en los pasados cinco años han sido cuatro las víctimas.
Los feminicidios cometidos por policías fueron contra Brenda Liz Pérez Bahamonde, de 47 años (2022); en el 2018: Frances Denisse Pagán Resto, de 22 años; Milagros Ivette Ortiz Alvarado, de 40 años y Pilar Hernández Llera, de 39 años.
Sin embargo, está excluido del listado de víctimas el caso de Iraida Hornedo Camacho, de 57 años, asesinada de dos balazos por el presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), Diego Figueroa Torres, quien se privó de la vida.
La teniente Aymeé Alvarado, coordinadora de las divisiones de Violencia Doméstica y supervisora del Centro de Operaciones de Órdenes de Protección (COPOP), entiende que Figueroa Torres ya no era miembro del NPPR y debía capacitarse de acuerdo a los reglamentos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos y la Oficina de la Procuradora de las Mujeres que tienen que velar que el resto de los patronos cumplan con los protocolos.
“Hacía casi 20 años que había dejado la policía, no sé cómo definirán eso, no sé cómo lo va a documentar la ciudadanía, pero los hechos son que él no era policía, él era presidente de un gremio policíaco, que fue policía. ¿Cómo nos vamos a hacer responsables de una persona que ya no es policía?”, sentenció la teniente.
Recordó que las víctimas de policías y oficiales pasan por las mismas vicisitudes que el resto e incluso suelen desistir de continuar con las acusaciones, a pesar de que no poseía estadísticas sobre la cantidad de convicciones que en pasado se ha indicado que son casi nulas.
“Luchamos contra todas las situaciones de esa víctima que en ocasiones se siente que el problema es ella, que le vienen cargos de conciencia porque deja desamparados a sus hijos, esas son las ideas que no son ciertas, pero es lo que le viene a la mente, que van a perder el trabajo, cosas que no son las correctas, pero es como la mayoría de la ciudadanía piensa cuando están dentro de las situaciones de violencia doméstica, a veces son hasta sus madres que las desalientan a continúen los casos. La cuestión es que con esa lucha nosotros también vivimos dentro de la Policía, las víctimas de ofensores que son policías no son distintas a las otras víctimas”, explicó, tras aclarar que no quería generalizar con sus expresiones.
En ocasiones tienen que enviar al taquígrafo al su albergue porque no quieren que las vean en el Cuartel General a dar su declaración a un investigador administrativo e igual ocurre con el psicólogo con el trabajador social al momento de tener interés en seguir adelante con la denuncia.
“Esos procesos nos dificulta terminar el caso en una convicción, pero hemos tenido convicciones, pocas que muchas, principalmente porque después que son sumariados (una vez se determina causa para arresto en la Regla 6). Si termina en convicción esa información probablemente no la tengo porque está sumariado y son otros trámites’, comentó la experimentada coordinadora.
Así mismo, defendió la rigurosidad con la que se llevan a cabo las investigaciones de agentes por violencia de género con todos los requisitos que se consideran cuando se atienden las querellas en general, se tienen que desarmar de inmediato, hacer un referido a la División de Psicología y solicitar por escrito que se inicie una investigación administrativa.
“En el 99.9% nosotros los arrestamos a los policías y la orden general de nosotros está centrada en la protección de la víctima seguida de la rendición de cuentas del ofensor y eso es para todo el mundo... Nosotros investigamos y llevamos la evidencia al fiscal que va a evaluar y si hay elementos suficientes para radicar vamos a radicar por instrucciones del fiscal y lo consultamos, aunque no haya elementos cuando son policías si son ciudadanos la querella se infunda”, detalló Alvarado.
La teniente en su análisis, considera que se debe llevar un mensaje para romper las ideas prejuiciadas y evitar normalizar la conducta de la violencia doméstica que se incrementan dentro de una sociedad machista y en una agencia compuesta en su mayoría por hombres.
En el NPPR, el 73% de sus integrantes cuentan con los readiestramientos de manejo de casos de violencia doméstica, se anticipa que dentro de un año podrían culminar de impartir estos cursos.
El mayor tiempo de estos tres adiestramientos que se toman van dirigidos a la víctima, desde conocer cómo se siente, la angustia por la que atraviesa, las ideas que podrían pasarle por su mente, lo que pueden o no preguntarle y cómo procurar que no renuncie al proceso.
Atentos al comportamiento
En adiestramientos, la psiquiatra Dra. María Declet Graña ha detectado conductas antisociales o no tolerables y se separa al agente para brindarle los talleres necesarios.
En otros casos, se les ha brindado apoyo al grupo de los investigadores que participaron en el hallazgo del cuerpo desmembrado de una mujer en mayo, en Aguadilla, por un exmilitar con quien tenía una relación, para conocer qué sentimientos experimentaron durante la pesquisa e identificar si tenían que tomar alguna medida adicional.
La funcionaria hizo un recuento de los esfuerzos que se realizan para darle vigilancia a las víctimas de violencia doméstica cuando obtienen órdenes de protección, en coordinación con los alcaldes, aunque considera que un mayor número debería autorizar al tribunal a que les brinde su información, ya que es confidencial, ya que la misma es esencial para prevenir incidentes.
“Nosotras estamos aquí con trabajadoras sociales, que hacen esas llamadas, identifican necesidades, hacen los referidos a esos municipios que ya están trabajando mano a mano con nosotros”.
En lo que va de este año se han reportado 13 feminicidios íntimos, una diferencia de uno más que los reportados durante todo el 2021. Además, se observa un aumento significativo en los asesinatos de mujeres que totalizan 41, una diferencia de 15 más que el año pasado para esta fecha.
El NPPR no ha provisto estadísticas sobre la cantidad de policías que son investigados administrativamente por querellas de violencia doméstica, cuántos son expulsados, amonestados o convictos anualmente.