Policía realiza operativo contra supuesto veterinario fatulo en Carolina
El hombre, al momento, no ha sido arrestado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Agentes del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) investigan a un supuesto veterinario fatulo que practica cirugías a animales sin las debidas licencias.
Primera Hora supo, a través de confidencias, que el hombre- de unos 35 años y residente de Mansiones de Vistamar Marina, en Carolina- hace estas operaciones desde dos lugares a gatos y perros. Se trata de uno en la calle Indus, de la urbanización Villa La Marina, propiedad de su hermano, y el negocio 2 Worlds Urban & Surf, en la Marginal Los Ángeles, propiedad de su progenitor.
El agente Carlos Coll, director de la Unidad de Ley 154 (Bienestar y Protección de Animales) de Carolina, luego confirmó la información remitida a este diario y narró que la investigación surge tras dos querellas de personas, una que sufrió la muerte de su can, después de una operación que esta persona les practicó a sus mascotas. Estos ciudadanos presentaron denuncias de “malpractice”, traducido a negligencia profesional, ante el Colegio de Veterinarios de Puerto Rico, lo que dio inicio a la pesquisa policiaca.
No fue hasta que hicieron las querellas que las personas se enteraron de que el hombre no tenía las debidas licencias para hacer cirugías veterinarias.
“La Policía lleva mucho tiempo detrás de este caballero, pero lleva más de seis años”, especificó Coll a preguntas de este medio.
Aunque las autoridades allanaron la casa y el negocio hoy, el hombre se movilizaba a distintas áreas a lo largo de los años para hacer sus cirugías ilegales, normalmente a domicilio. Una vez algún animal moría como resultado de sus intervenciones quirúrgicas, desaparecía, dijo Coll.
Se llegó a estos dos lugares hoy, porque la Uniformada tiene “evidencia documental como de vídeo” que ha efectuado varias operaciones recientes en estas ubicaciones.
El hombre, al momento, no ha sido arrestado. Primera Hora presenció a los agentes en las afueras de casa, de donde se rehusó salir. Por lo contrario, envió a su abogado, el licenciado Mario Mozcó, en su representación, quien llegó hasta 2 Worlds Urban & Surf, así como su papá quien intentó convencer a su hijo a que se entregara a las autoridades.
“Él (su papá) responsablemente vino aquí a la tienda…para cooperar con la Policía”, comentó Coll. “Si él se quiere entregar, que llegue directamente a la Policía”, instó el director de la Unidad.
De acuerdo a lo que le compartió el padre del hombre a los agentes, el sospechoso supuestamente tiene estudios de veterinaria de República Dominicana. Empero, nunca obtuvo la reválida en Puerto Rico.
“La Policía de Puerto Rico tiene un caso bastante claro. Seguimos continuando buscando información, buscando más evidencia, para tener un caso más sólido y tratar a todas las personas que se quieran querellar contra él”, exhortó Coll.
En el operativo, que comenzó a eso de las 11:00 a.m. y finalizó después de la 1:00 p.m., cooperaron más de 60 efectivos provenientes de todas las Unidades de la Ley 154 a nivel Isla, la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), el Departamento de Justicia y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés).
Pese a que esperaban rescatar animales vivos y medicamentos, no se hallaron. Sin embargo, sí se ocupó documentación y otra evidencia de cámaras de seguridad que los asistirá en la presentación de delitos para la eventual radicación de cargos criminales en su contra.
¿A qué se enfrentaría?
Aunque Coll no especificó cuáles crímenes podría enfrentar el hombre más allá de garantizar que son “varios delitos graves”, la Ley 154 define a un veterinario como “aquella persona con el grado de doctor en medicina veterinaria, licenciado por la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios y colegiado por el Colegio de Médicos Veterinarios”, título que el hombre no posee.
Al no tener las licencias, la investigación policiaca sugiere que el hombre violó el Artículo 14 de la Ley, que establece que “toda cirugía cosmética practicada a un animal deberá llevarse a cabo sólo y exclusivamente por un veterinario licenciado y colegiado”.
El segundo inciso del Artículo requiere que “aquella persona no autorizada que incurra en esta práctica, será acusado de delito grave de cuarto grado”.
De ser hallado culpable, cumpliría una pena en probatoria o cualquier otro método alterno a la reclusión carcelaria. También, se le aplicaría una multa obligatoria desde $1,000 hasta $5,000, reza la Ley.
Mientras, la Ley 107 del 10 de julio del 1986, que creó el Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, define como “intrusismo” toda persona que ejerza la medicina veterinaria en Puerto Rico sin una licencia vigente, válidamente expedida por la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, cobre o no cobre por el trabajo.
“La sociedad ahora mismo no quieren tener hijos y sus nuevos hijos son las mascotas, los animalitos. Si ellos quieren a sus animales, como quisieran a sus hijos, usted no lleva (a su hijo) a un pediatra sin que él esté licenciado y ellos tienen sus debidos permisos, tienen sus patentes, tiene todo en un lugar visible, en donde puede percatarse. Usted como ciudadano puede solicitarle la licencia a esta persona. Si usted va a llevar a su animalito a un lugar donde lo vayan a atender, tiene que asegurarse”, sostuvo.