La División de Homicidios de San Juan ocupará hoy como evidencia unas cuatro grabaciones realizadas por María Paola Hernández Agosto, de 33 años, como parte de la pesquisa que se lleva a cabo entorno a su muerte por un disparo en la cabeza tras una discusión con su esposo.

El teniente José Bonilla, quien dirige la División de Homicidios de San Juan y está a cargo interinamente del Cuerpo de Investigación Criminal, reveló que ayer escucharon su contenido, pero los audios en custodia de dos testigos se ocuparán hoy mediante una orden judicial para preservar la cadena de evidencia.

“Tengo miedo de que él me haga algo”, se le escuchaba decir a la víctima en uno de los fragmentos de la grabación sobre la reacción de su esposo a sus expresiones durante una entrevista para coordinar los servicios de una terapia de pareja, en la que respondió que era víctima de violencia doméstica y aclaró que lo dijo porque era la verdad.

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Narró que cuando le informaron que era necesario abrir una investigación y entrevistar a su pareja sobre sus alegaciones, pensó que a su esposo lo podían expulsar del ejército y desarmarlo.

“Realmente estoy asustada, yo no quería hacerle daño, pero él me va a odiar. Yo tengo miedo de que él me haga algo, tú me entiendes, que cuando él se entere me vaya a meter un puño o viceversa porque yo le he dado a él defendiéndome”, según parte del audio que fue difundido por Noticentro.

La patóloga Irma Rivera Diez se reunió ayer con el fiscal Alfredo Carrión y los investigadores del caso para discutir los resultados preliminares del protocolo de autopsia realizada a la mujer, pero todavía no se tiene una determinación final que establezca si se trató de un suicidio o de un asesinato.

Bonilla indicó que la patóloga sí les adelantó que la causa de muerte fue por una herida de bala y la trayectoria de la misma se hizo de derecha a izquierda. La pesquisa todavía permanece clasificada como una muerte sin causa determinada.

“Están realizando análisis adicionales al cuerpo y se enviaron muestras a Estados Unidos, por eso la patóloga no tiene una determinación final, tienen que examinar también las fotografías de la escena antes de tomar una determinación”, respondió el teniente Bonilla, quien dijo que hay otros elementos que necesitan examinar antes de llegar a conclusiones.

Mientras, en declaraciones escritas, la directora de Ciencias Forenses, doctora María Conte Miller, precisó que “la patóloga forense Irma Rivera realizó el pasado domingo la autopsia de la joven María Paola Hernández Agosto. La causa de muerte fue herida de bala, la manera de la muerte, que es la determinación de cómo ocurrió la muerte, está pendiente del resultado de los análisis periciales y la investigación que realiza la policía. La doctora Rivera estará discutiendo este caso con los fiscales e investigadores, para emitir sus conclusiones. Por ser esta una investigación en curso, no se harán expresiones adicionales sobre este caso”.

Los hechos ocurrieron el viernes pasado a las 9:30 p.m. en su hogar en la urbanización Colinas de Cupey cuando las autoridades fueron alertadas sobre un supuesto suicidio.

El cadáver de la víctima, que era madre de dos hijas, fue localizado al lado de la cama en la habitación matrimonial donde se ocupó una pistola marca Glock calibre 9 milímetros, la cual es propiedad de su pareja, quien posee Licencia de Portación de Armas de Fuego. Al esposo de la occisa, identificado por el Negociado de la Policía de Puerto Rico como José J. Bobonis Blanco, se le ocuparon otras armas de fuego registradas.

Los agentes continúan con las entrevistas a familiares y allegados en busca de información adicional sobre la pareja.

Durante sus indagaciones no han encontrado querellas por violencia doméstica u otros incidentes registrados en sus sistemas de información entre la pareja, a pesar de la evidencia contenida en sus mensajes.

Además, se realizan análisis toxicológicos y se revisan sus expedientes médicos para conocer si atravesaba por algún episodio de depresión, como es de rigor en estos casos.

En la escena todo estaba en orden y no encontraron indicios de que hubiese ocurrido un forcejeo.

“Todo eso nos corresponde hacer para tener una investigación bien hecha. Estamos hablando de una vida y también estamos hablando de la libertad de una persona. Que ya porque unas personas pongan unos alegatos sería irresponsable nosotros ensañarnos, pero también es nuestra responsabilidad descartar”, aclaró el teniente al referirse a comentarios de varias de sus amistades en redes sociales porque la joven no mostró nunca instintos suicidas.