Una llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1 alertó a la Policía de Puerto Rico sobre un robo en un concesionario de motoras en Guaynabo que las autoridades lograron frustrar.

Según el informe preliminar de los hechos, agentes llegaron al concesionario Motor Sport tras la llamada. Al llegar, encontraron que los hombres rompieron la cadena del portón eléctrico de la entrada principal del negocio y utilizaron un vehículo Mazda 3 color blanco para estrellarlo contra la puerta de seguridad y obtener acceso al interior del establecimiento.

No obstante, tras escuchar los agentes, los individuos encapuchados corrieron, dejando cuatro motoras abandonadas y un vehículo todo-terreno marca Yamaha, en el estacionamiento del local.

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Ninguno de estos fue arrestado.

La querella sobre los daños fue investigada por el agente José Flores, adscrito al distrito de Guaynabo.