Toa Baja. La esperanza momentánea de que Rolando “Rolandito” Salas Jusino, desaparecido por 25 años, posiblemente fue encontrado en Estados Unidos, tomó otro giro aún más desconsolador luego de que el jefe del Negociado de Investigaciones Federales (FBI, en inglés) en Puerto Rico, Joseph González, admitiera que su agencia sabía, desde el 2023, que la información no era certera.

Tras la revelación, el gobernador Pedro Pierluisi adjudicó a una presunta desconexión entre el ente federal y las autoridades locales, que hace unas semanas compartieron la posibilidad de que Rolandito fue encontrado, a que ambas ramas “aparentemente, no conversaron sobre el tema directamente”.

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“Yo no puedo hablar por Joseph González”, acotó el primer ejecutivo tras ofrecer una conferencia de prensa en el Balneario Punta Salinas en Toa Baja donde se inauguraron las instalaciones renovadas.

“Yo no sé qué información tenía el director del FBI. Yo no voy a contradecir al director del FBI. Sabe Dios qué información tenía y habría que preguntarle a Alexis Torres, (secretario del Departamento de Seguridad Pública)”, continuó.

A principios del mes pasado, Torres y la directora de la Interpol en Puerto Rico, Laura Peña, indicaron a diversos medios de comunicación que investigaban confidencias de que había una persona en Estados Unidos que compartía similitudes con el entonces niño desaparecido.

Posteriormente, descartaron que Rolandito fue encontrado, luego de los análisis de ADN realizados por el Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

“Yo sé, porque es así, que la única manera de tú saber si una persona es o no es al que tú buscas, por ejemplo, o el que quieres encontrar, es mediante una prueba de ADN, y esa prueba de ADN no se hizo hasta los otros días. O sea, que no se había hecho para diciembre. Esto es a base de los mismos reportajes que se han dado”, comentó Pierluisi.

“No voy a comentar más allá de eso”, agregó.

Lo que se sabe al momento de la desapareción del menor ocurrida el 7 de julio de 1999.

Según el gobernador, esta falta de comunicación entre las autoridades federales y locales no es lo normal, pues aseguró que “la relación del FBI y la Policía de Puerto Rico es ejemplar” y es una que “se reconoce a nivel de todo Estados Unidos de que aquí hay un trabajo en equipo que da resultados”.

“Eso, posiblemente, no conversaron sobre el tema, por lo que estoy escuchando. Aparentemente, no conversaron sobre el tema directamente, pero cada quien es el que puede hablar de la información que tenía a su disposición. Pero, a mí me consta que la relación es muy cordial, muy buena, entre el director del FBI, Alexis Torres (y) el comisionado de la Policía (Antonio López Figueroa)”, estimó.

“Aquí no hay mayores diferencias. Al revés, hay cientos de policías laborando en diferentes grupos de trabajos en las agencias federales. Si no fuera por el apoyo que nosotros les estamos dando, las agencias federales de ley y orden no pudieran hacer gran parte de la labor que llevan a cabo. Así que, esto es un trabajo en equipo”, reiteró.

El 7 de julio de 1999, Rolandito desapareció del parque de la urbanización Colinas del Plata, en Toa Alta. Su tío Félix Vázquez Seguinot, quien lo vigilaba, estaba cortando la grama y lo perdió de vista. La expareja de la progenitora del niño, el camionero Roberto Gotay Valcárcel, visitó la residencia esa tarde, violando así a una orden de protección por violencia doméstica, para pedirle permiso para llevar al menor a comprarle una bicicleta, pero ella no se lo permitió.

Se sospechaba que, de salida, el hombre se detuvo en el parque, ya que un niño de cinco años que jugaba con el menor dijo que Rolandito se fue con “el papá”, en referencia a Gotay Valcárcel, quien presuntamente lo llamó y lo montó en su guagua. Su padre biológico no había visitado el lugar con él.

Desde entonces, sus padres no han perdido la esperanza de encontrarlo con vida.