Aguadilla. Como si hubiera vuelto a nacer, Melvin Villanueva Feliciano, de 20 años, se encuentra disfrutando de su libertad luego de que el viernes saliera por la puerta ancha del Tribunal de Aguadilla, librándose de una posible condena que pudo haber sumado entre cuatro hasta diez años de prisión, tras ser acusado por posesión de marihuana.

En entrevista con Primera Hora, el joven agradeció el apoyo recibido a través de la campaña Descriminalización.org y la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL) por la representación legal recibida durante el proceso que le mantuvo 22 meses bajo arresto domiciliario, luego que en medio de un operativo “Golpe al usuario”, la policía lo arrestara en posesión de dos bolsas de marihuana cerca de un predio aledaño a su escuela en Aguadilla.

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El juez José Román emitió un veredicto de no culpabilidad, el viernes en la tarde, luego de escuchar testimonio de tres testigos del caso, todos policías.

“No sabía que se iba a decidir ese mismo día. El juez me declaró no culpable. Fue una decisión bien valiente. Pienso que me dio una oportunidad”, reflexionó, destacando que ahora aprovechará su libertad y cambiará sus estilos de vida y amistades para demostrar que puede salir adelante.

“Me siento bien. Ahora tratando de salir adelante, a ver si consigo un trabajo y un carro para transportación”, expresó el joven, que vive con su abuela en Aguadilla.

El joven fue arrestado el 8 de noviembre de 2013 junto a su compañero de escuela Jeremy Ruiz Tomassini, de 23 años, quien actualmente cumple una pena de cuatro años en prisión la cárcel Guerrero en Aguadilla, tras llegar a un acuerdo con la fiscalía por posesión de varias bolsitas de marihuana.

A preguntas sobre si ya se ha comunicado con Jeremy, Melvin expresó que “ya hablé (por texto) con su hermano en estos días”.

Según dijo, le manifestó su apoyo hacia Jeremy, quien mantiene una solicitud de indulto ante el gobernador Alejandro García Padilla.

Ambos fueron grabados en video por agentes de Drogas, compartiendo un cigarrillo que se alegó era marihuana, según la prueba arrojada.

En el caso particular de Melvin, el juez José Emilio González del Tribunal de Aguadilla dio paso a una moción de la supresión de evidencia presentada por la defensa, el licenciado Abdel Morales Villarrubia de SAL, quien para entonces expresó que la ley en ocasiones “es una ley draconiana, es una ley barbárica, donde por el mero consumo se pretende sancionar a una persona con cuatro años de cárcel mínimo hasta diez años”.

Empero, el foro apelativo fue a favor de la fiscalía, dando paso al inicio del juicio en contra de Melvin. El pasado viernes, el juez Román favoreció al joven estudiante, suprimiendo la evidencia y determinándolo  “no culpable”, según narró en declaraciones escritas Rafael Torruella, director de la organización Intercambios Puerto Rico.

 “El sistema de justicia necesita reevaluar los castigos que están promoviendo las cortes en su empeño de encarcelar por posesión de marihuana. Felicitamos a la Sociedad de Asistencia Legal y al Tribunal, por haber tomado la decisión correcta, Melvin puede disfrutar de su libertad. Pero además, el pueblo de Puerto Rico se ahorró sobre $400 mil dólares, que se podían haber malgastado por la absurda idea de querer castigar a un joven que no representa ningún riesgo para la sociedad”, enfatizó Torruella.

“Entendemos que la cárcel no es el lugar para tratar los asuntos del uso de drogas, mucho menos del uso de marihuana. Cotidianamente se repite que por marihuana nadie va preso y casos como el de Melvin demuestran todo lo contrario”, expresó el también director de la campaña  Descriminalización.org. 

“Se va a portar bien”

Ansioso por terminar sus estudios y en el ínterin encontrar un trabajo para ayudar a su abuela (que dijo presenta inicios de la enfermedad de Alzheimer), Melvin sostuvo que es certificado como asistente administrativo y tiene practica en áreas de servicio al cliente, para lo que ya empieza a repartir resumes.

Sus padres –quienes están en Estados Unidos buscando tratamiento para la enfermedad renal de su padre- saltaron de alegría al recibir la noticia, contó el joven.

“Mami está emocionada. Me pidió que esté tranquilo. No me quiere jangueando ni nada de eso. Me pidió que me fuera para allá (Connecticut) pero la realidad es que a mí me gusta aquí (Puerto Rico) como es. Aquí es bonito, me encanta aquí”, acotó el joven que prefiere quedarse en la isla y cuidar de su abuela y sus perros.