Piden un FEI contra dos fiscales por mal manejo de un accidente
La abogada Jessica Rivera Pacheco está imputada de ocasionar el accidente el 11 de febrero pasado en la carretera 199, en Guaynabo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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El Departamento de Justicia solicitó hoy jueves la designación de un Fiscal Especial Independiente (FEI) contra dos fiscales, uno de la División de Integridad Pública y otro de la Fiscalía de Bayamón, por el manejo “inadecuado” de un accidente de tránsito que protagonizó la esposa de uno de los funcionarios del Departamento de Justicia mientras conducía en alegado estado de embriaguez.
El secretario de Justicia, César Miranda anunció que le recomendó al Panel de ExJueces del FEI que le asigne un FEI a los fiscales Melvin Colón Bonet y Enrique Rivera Mendoza por entender que pudieron haber violado el artículo 4.2 (E), de la Ley de Ética Gubernamental. Este delito grave se refiere a utilizar los deberes y facultades del cargo para beneficio propio o para un beneficio tercero.
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Colón Bonet es pareja sentimental de la abogada Jessica Rivera Pacheco, mientras Rivera Mendoza es su padre. Rivera Pacheco está imputada de ocasionar el accidente el 11 de febrero pasado en la carretera 199, en Guaynabo.
Otros dos fiscales, José Virella Santana, quien se desempeñó hasta principios del pasado mes de abril como fiscal de distrito interino de Bayamón, y Miguel Alameda Ramírez, también fueron referidos al Panel de ExJueces, pero el secretario dijo que no recomendó que se les asigne un FEI porque sólo les imputan “violaciones administrativas”.
Los cuatro fiscales también fueron referidos a la Oficina de Ética Gubernamental, anunció Miranda en conferencia de prensa en la sede del Departamento en Miramar, junto con el fiscal general, José Capó. Contra Colón Bonet también pesa una querella, por estos hechos, que le radicó la OEG el pasado 3 de junio.
Según precisó Miranda, los fiscales Rivera Mendoza y Colón Bonet supuestamente usaron su puesto para intervenir en la investigación que realizaba la Policía Municipal de Guaynabo tras detener a Rivera Pacheco, cuya prueba de alcohol supuestamente arrojó .16 por ciento de centésimas de alcohol en la sangre.
“El fiscal Colón Bonet intervino en la escena del accidente y abogó allí a favor de su pareja”, expresó Miranda. Detalló que posteriormente, Colón Bonet utilizando la computadora del Departamento de Justicia y “actuando como si fuera el fiscal del caso” preparó una orden (subpoena) para que la Oficina de Vigilancia y Sistemas de Información de la Policía Municipal de Guaynabo le entregara el vídeo tomado en el lugar del accidente.
En cuanto a Rivera Mendoza, el secretario dijo que en la propia Fiscalía de Bayamón, en la que labora, “en alguna forma intervino en la consideración y trámite del asunto relacionado con su hija cuando tenía que inhibirse”. Indicó que “lo hizo con varios actos suyos, tanto con el fiscal Virella, entonces fiscal de distrito interino de Bayamón, como con el fiscal Alameda Ramírez, así como con una agente de Justicia destacada en la Fiscalía de Bayamón”.
Dijo que los fiscales Virella Santana y Alameda Ramírez “le dan curso a conversaciones de naturaleza transaccional con la otra persona involucrada en el accidente cuando aquí lo correcto era una inhibición total”. Añadió que “las ofertas no fueron aceptadas por la otra parte y posiblemente fueron denunciadas a los oficiales de la Policía de Guaynabo”.
El funcionario indicó que los hechos generaron una investigación interna, que en el caso del fiscal Colón Bonet fue conducida por la Unidad de Integridad Pública y los demás casos fueron investigados por la Oficina del Fiscal General.
Dijo que de los cuatro fiscales, sólo Colón Bonet está suspendido de empleo, como medida cautelar, desde el 24 de abril. Virella Santana renunció al cargo luego que fue trasladado de sus funciones, pero el secretario aseguró que el movimiento del fiscal “no tuvo nada que ver” con la investigación de este caso.
Añadió que los fiscales se pueden enfrentar a sanciones que van desde una amonestación hasta el despido y éstas dependerán de las determinaciones del Panel de ExJueces del FEI y de la OEG.
“Este tipo de actuación le hace un grave daño a nuestra credibilidad. Por eso, hemos hechos estos referidos para que quede incólume la imagen de nuestro departamento y la voluntad de tomar acciones inmediatas en casos lamentables como el de esta naturaleza”, lamentó Miranda.
Explicó que a finales de abril la fiscal Sonia Otero transfirió el caso a la jurisdicción de San Juan “que fue lo que se debió haber hecho desde el primer momento y es a partir de ese momento que caemos en cuenta de lo que había ocurrido y se inicia un proceso investigativo”.
Miranda sostuvo además, que simultáneamente recibieron una querella del comisionado de la Policía Municipal de Guaynabo, Eliezer Ortiz Morales.
Dijo que mientras tanto, el caso menos grave contra Rivera Pacheco está pendiente de juicio el 8 de julio en el Tribunal de San Juan.
Por su parte, la presidenta del Panel de ExJueces del FEI, Nydia Cotto Vives, dijo que en dos o tres semanas el organismo anunciará si acoge o no la recomendación de Justicia.
“Ahora se les entregara copia del informe de la investigación a los miembros del Panel y una vez estén preparados nos reunimos para determinar si se nombra o no un FEI para que atienda este asunto y si la encomienda que se le va a dar es sobre los dos que recomienda Justicia o si el Panel va a determinar otra cosa”, sostuvo Cotto Vives.
Se defiende fiscal Virella Santana
Entretanto, el fiscal Virella Santana dijo en declaraciones a este medio que nunca intervino para que el caso no se radicara.
“Jamás me he reunido con la otra parte. No sé ni quién es la otra parte, ni le dije por conducto de otra persona ni le mandé mensaje de que transigiera. Lo que me duele es que me hayan desprestigiado. Yo nunca he tenido una querella en mis 36 años de abogado”, sostuvo el veterano fiscal.
Indicó que el Comisionado de la Policía Municipal de Guaynabo, quien radicó una querella en su contra, “nunca ha hablado conmigo sobre ese asunto”.
“Espero salir bien del caso, pero sé que la mancha que han lanzado sobre mi reputación nadie la va a va borrar”, expresó Virella, quien dijo que fue trasladado “sin ninguna explicación, lo que no me dejó otro camino que renunciar”.