El asesor legislativo Peter Muller acudió esta mañana a las oficinas de la fiscalía de Caguas para contestar preguntas relacionadas con el asesinato de su ex esposa, la empresaria Maribel Cartagena.

Muller estuvo casi tres horas contestando preguntas de dos fiscales y un agente investigador.

Al salir del interrogatorio, el actual compañero sentimental de la senadora Evelyn Vázquez, dijo sentirse "tranquilo".

Su representante legal, Roberto Alonso, indicó que el ministerio público hizo la salvedad de que Muller no era sospechoso de ningún delito aunque sí consignó que el asesor legislativo conocía al presunto asesino ya que había trabajado para él desde 2005 a 2006.

Antes de la citación, Muller -visiblemente nervioso- pidió a los medios de comunicación no especular sobre las circunstancias que giraban en torno al homicidio ocurrido la semana pasada, al parecer  perpetrado por un hombre que realizaba trabajos para Cartagena.

“Esto ha sido una situación muy lamentable y triste para ambas familias. La familia de ella y la mía. Estamos muy afectados. Le pediría a la prensa que dejen de estar especulando tanto porque están jugando con la mente y el corazón de ambas familias. Están destruyendo la familia de Mari y la mía y lo que quiero es que no especulen, que dejen que termine la investigación”, indicó Muller, quien es asesor del presidente del Senado, Thomas Rivera Shatz.

Muller fue citado en calidad de testigo a la fiscalía. Indicó que dará a conocer más detalles del caso una vez concluya la investigación criminal.

Cartagena era dueña de compañía Las Cascadas, de purificación de agua, y su cadáver fue hallado en los terrenos de su casa en el barrio Beatriz de Caguas.

Aunque Muller en ningún momento ha sido considerado como sospechoso del crimen, una sombra de sospecha se ha arrojado sobre sus actuaciones debido a las amenazas de muerte que se alega le había proferido a Cartagena, según obra en la demanda de divorcio.

Otra versión que podría formar parte de la investigación es la posibilidad de que Muller se hubiera reunido con el acusado del crimen, Luis A. Roque Agosto, quien enfrenta cargos de asesinato en primera grado, violación a la Ley de Armas y robo.

Al ser cuestionado sobre esta última versión, Muller reaccionó más nervioso y poco comunicativo.