Las autoridades se disponen a investigar las redes sociales y las llamadas y textos recibidos y realizados desde el celular de Michelle “Michellyn” Ramos Vargas, la mujer transgénero que fue asesinada la semana pasada en San Germán, y cuyo teléfono no ha sido localizado por las autoridades.

Así lo expresó a Primera Hora, el teniente Aníbal Pérez, director de la División de Homicidios de la región de Mayagüez, quien sostuvo que en lugar del crimen -ocurrido el miércoles 30 de septiembre en la entrada de una finca en la carretera PR-114 en el barrio Sabana Grande, en San Germán- no se ocupó el teléfono celular de la víctima. En su residencia -ubicada en el complejo de vivienda pública El Carmen, en Mayagüez, tampoco se encontró el celular de la mujer que tenía 34 años y era enfermera graduada desde 2016, aunque laboraba en una fábrica de costura en Sabana Grande.

“No tenemos mucha información. Estamos a la espera de unas órdenes que solicitamos al tribunal con relación a su celular, sus redes sociales y ese tipo de cosas… es algo que siempre indagamos y es parte de las investigaciones de asesinatos”, indicó el teniente.

¿Evalúan la posibilidad de que la persona que la asesinó se haya llevado el celular?, se le preguntó a Pérez.

“No descartamos nada”, respondió.

Un familiar cercano a la víctima, que prefirió no identificarse, dijo que las llaves de un auto que, recientemente, compró “Michellyn” tampoco han aparecido.

“Es un misterio. Ni el celular ni las llaves de la guagua aparecen. Nosotros llamamos rápido que salió la noticia, pero el celular aparece apagado. Y los mensajes que le hemos enviado aparecen como no leídos… honestamente, no sabemos qué ocurrió. Ella era una persona bien querida por todos”, declaró el familiar a Primera Hora sobre la víctima, quien será expuesta en la Funeraria Avilés, en Sabana Grande, mañana a partir del mediodía. La mujer será sepultada el martes en la mañana en el cementerio municipal del pueblo.

De otra parte, el teniente Pérez sostuvo que, contrario a otros crímenes similares, en esta ocasión las autoridades no han recibido colaboración de la ciudadanía.

Entrevistamos familiares, vecinos, amigos, pero no ha habido mucha información que nos dé alguna clave. La persona supuestamente tenía una relación, pero eso es algo que tampoco se ha podido confirmar. Nadie ha podido identificar a la persona. Ni familiares, ni nadie”, acotó.

De otra parte, este diario inquirió saber si la pesquisa está enfocada en la posibilidad de que el asesinato haya sido un crimen de odio.

“Siempre he sido claro. No tengo nada que establezca eso… ningún indicio que fue un crimen de odio. De hecho, al momento, podemos decir que continuamos sin pistas… y se debe aclarar que el crimen de odio es un agravante dentro del Código Penal para los casos de asesinato”, expresó el teniente.

En la región de Mayagüez han ocurrido 20 asesinatos durante el 2020, seis más que para la misma fecha el año pasado. De la veintena de crímenes, cinco han sido contra mujeres (incluyendo a Michellyn) y 15 contra hombres. Cabe señalar que para efectos de estadísticas en la Policía Michelle aparece en la categoría masculina porque, según relató el teniente Pérez, la mujer no había actualizado la información en sus identificaciones oficiales.

Primera Hora supo que, precisamente este mes, la víctima se disponía a cambiar su nombre en el certificado de nacimiento en el Registro Demográfico.

“Michellyn” es la sexta persona trans asesinada en el país en lo que va de año.

Los otros cinco casos fueron: Alexa, quien fue ultimada en febrero pasado en Toa Baja; Yampi, un hombre trans asesinado en marzo pasado en Moca; el doble asesinato de Serena Angelique Velázquez y Layla Peláez, reportado en abril en Humacao; y Penélope Díaz Ramírez, quien murió en abril pasado mientras se encontraba ingresada en una cárcel para hombres.

De estos crímenes, solo en el doble asesinato de Serena y Layla se detuvieron a dos personas, que son procesadas en el foro federal por crímenes de odio con la posibilidad de pena de muerte.

A juicio del activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano, descartar un crimen de odio en el inicio de una pesquisa va en contra del protocolo de investigación que debe establecer la policía.

“Si estás descartando que sea un crimen de odio sin tener aun sospechosos o evidencia o, tan siquiera haber investigado su celular, llamadas y contactos, estás demostrando transfobia… O sea, aquí el protocolo de la policía de Puerto Rico obligue a que se descarte que es un crimen de odio. Tienen que eliminar toda posibilidad. Y si aun no tienen nada sobre el caso, ¿cómo lo pueden descartar? Esto demuestra una vez más la necesidad de al educación con perspectiva de género. Es absurdo”, reiteró.

Al igual que Serrano, otros portavoces de la comunidad LGBTTQI+ han reiterado que se investigue el caso como un posible “crimen de odio”.

Mientras, ayer se realizó una vigilia en la plaza pública de Lajas -pueblo donde se desarrolló la crianza de la víctima- para exigir justicia.

“Estamos aquí en apoyo. Estamos aquí porque, tristemente, mataron a una de nuestras hermanas trans hace poco. Y obviamente queremos dar apoyo a la familia, a los amigos. Fuimos por mucho tiempo amigos y amigas de Michelle, por eso estamos aquí, para llevar un mensaje de inclusión, un mensaje de respeto, un mensaje de que estas cosas no pueden volver a pasar, de que es importante, por ejemplo ahora que estamos en elecciones, una perspectiva de género para que esas cosas no vuelvan a suceder”, sostuvo Alexandra Román, activista por los derechos de la comunidad LGBTTQI+ durante la emotiva ceremonia.

Por su parte, Ámbar Cofresí, en representación de la organización LGBTTQI de San Juan, dijo que lo ocurrido a “Michellyn” debe ser utilizado para crear conciencia sobre el respeto que merecen todas las personas de la comunidad.

“Estoy aquí para crear consciencia que nosotras las chicas trans somos personas buenas, somos personas honestas, somos personas que nos damos a la gente. Y le pido a la gente que por favor, nos ayuden, nos respeten, que no haya más discrimen, que no haya más odio para nosotras, porque nosotras somos seres humanos y respetamos a los demás”, dijo al confesar que las personas trans viven con temor ante los incidentes violentos de los últimos meses.