El enfrentamiento que dejó esta tarde el saldo de dos hombres muertos en un fuego cruzado con agentes de la División de Inteligencia del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de San Juan, en la intersección de las calles Las Marías con Flamboyán en la urbanización Hyde Park, en Río Piedras, surgió como parte de una vigilancia para corroborar confidencias relacionadas al crimen de Rosimar Rodríguez Gómez, de 20 años.

Según fuentes del Negociado de la Policía, la vigilancia y persecución comenzó en la barriada Venezuela en Río Piedras, donde presuntamente se habrían mudado uno de los individuos entrevistados con relación al secuestro y el crimen de Rodríguez Gómez, el pasado 17 de septiembre.

Personal del CIC de Bayamón, que no era parte de la persecución, se movió a la escena para verificar las identidades de las víctimas.

Los hechos ocurrieron a eso de la 1:50 p.m. cuando los individuos se percataron de que eran vigilados por los agentes y abordaron un automóvil Kia Optima, blanco, iniciando la persecución por las calles de esa urbanización.

Al llegar a la intersección de la calle Flamboyán, el vehículo chocó con una patrulla que se había unido a la persecución y con un vehículo privado, color gris oscuro.

El conductor se bajó del vehículo, ya que el pasajero había fallecido, y comenzó a dispararle a los policías. Presuntamente, el individuo recargó el arma y siguió disparando hasta que murió en la balacera.

No hay policías heridos.

La investigación del caso de Rodríguez Gómez, que fue secuestrada frente a su residencia del barrio Sabana Seca, en Toa Baja, ya culminó y los agentes de la División de Homicidios aguardan por la determinación de las fiscales Jessica Correa y Gretchen Pérez. En cualquier momento, una vez evalúen la totalidad de la prueba determinarán cuándo y contra quiénes se radicarán los cargos criminales.

Durante la tarde del 27 de septiembre se recibieron confidencias que llevaron a los agentes de la División de Homicidios de Bayamón hasta el kilómetro 20.1 de la carretera PR-165 en Dorado donde -en un pastizal, a unos 100 a 150 pies de la orilla de la carretera- encontraron su cadáver en avanzado estado de descomposición.

El vehículo Suzuki SX-4, blanco, de cuatro puertas, en el que alegadamente se produjo el secuestro, fue ocupado frente a una residencia en Caimito. El vehículo pertenece al padre de uno de los tres entrevistados. El carro fue sellado para que el Negociado de Ciencias Forenses establezca si se trata del vehículo utilizado para montar a la fuerza y transportar a la joven fuera de su hogar.

Al inicio de la pesquisa, los agentes entrevistaron en varias ocasiones a una joven expareja de Rosimar, quien mantuvo comunicación con ella por texto, mediante una aplicación.