Pende de un hilo la vida de Edison Burgos
Ayer testificó un hermano del convicto, quien elogió sus actuaciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Una vida perdida y otra que podría extinguirse, la de una mujer que fue asesinada y la de un acusado que podría morir mediante una inyección letal.
Pero la supervivencia del último, el contratista Edison Burgos Montes, depende de un jurado de 12 ciudadanos que tendrá que poner en una balanza sus actuaciones, buenas y malas, sus gestos desprendidos y un acto de suma crueldad que culminó con la muerte de su compañera consensual, Madelyn Semidey, que a su vez había sido contratada por la Administración Federal de Drogas (DEA) como confidente para proveer información sobre las operaciones de narcotráfico del acusado.
El jurado encontró el pasado mes que Burgos Montes era culpable de cargos de drogas y de haber asesinado a Semidey , pero durante la segunda etapa del proceso tendrá que emitir un veredicto en torno a las únicas dos sentencias admisibles: cadena perpetua o la pena capital.
Ayer la defensa concluyó su presentación con un hermano de Edison que es agente de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El testigo declaró cómo Edison lo ayudó a reponerse y cómo ayudó a su familia luego de que fuera movilizado a Irak entre diciembre de 2002 y marzo de 2004.
“Comencé a confrontar problemas de adaptación y me comencé a aislar cuando regresé de la movilización. Hubo tiempos en que solo me quería rendir, pero Edison fue el que vino adonde mí y me dio la fortaleza para levantarme. Nunca se rindió. Fue muy importante en mi proceso de recuperación” , sostuvo Monserrate Burgos luego que su hija también declarara sobre toda la ayuda que recibió de su tío, el convicto.