Compartir fotos y videos del back to school en redes sociales, una práctica muy común para estas fechas de agosto, podría convertirse en una pesadilla para las familias de los menores de edad expuestos en el mundo cibernético.

Las imágenes con información gráfica o personal de estudiantes menores de edad, incluyendo el uniforme escolar y sus pertenencias, podrían caer en manos de pederastas y estafadores, por lo que el Negociado de la Policía exhortó a evitar compartir este tipo de material.

Esto se ha convertido en una costumbre que puede tener consecuencias negativas, particularmente cuando consideramos que pueden alimentar otras modalidades de delitos cibernéticos.

-Antonio López Figueroa, comisionado de la Policía

Según el teniente Luis F. Maldonado Miranda, director de la División de Crímenes Cibernéticos de la Policía, las imágenes suplen información, como el nombre del alumno y de la escuela, sus rasgos físicos y su voz, su vestimenta diaria y pertenencias, entre otros datos que pueden ser utilizados por pederastas para lograr acceso al menor y por estafadores para fingir secuestros y pedir dinero por el supuesto rescate.

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“Los esquemas de fraude e intentos de fraude por la vía telefónica se basan en información obtenida en las redes sociales. Las personas que exponen mucha información en las plataformas sociales pueden ser víctimas de extorción: el criminal usualmente utiliza la foto o el vídeo para describir al menor y darles credibilidad a sus peticiones. Hemos visto casos en que, mediante inteligencia artificial, incluso pueden manipular las imágenes e imitar la voz del alumno pidiendo ayuda a sus padres o encargados”, explicó el oficial en declaraciones escritas.

A este llamado de precaución se unió el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa.

“Hacemos un llamado a evitar la difusión de imágenes de los menores y a la cautela en el uso de internet en respuesta a la proliferación de imágenes de estudiantes en entornos familiares, académicos y sociales en las redes a comienzos de cada ciclo académico. Esto se ha convertido en una costumbre que puede tener consecuencias negativas, particularmente cuando consideramos que pueden alimentar otras modalidades de delitos cibernéticos”, expuso.

Iconos de las principales redes sociales y sitios de internet en el mundo.
La Policía recomienda a los padres instalar una aplicación de control parental, que pide permiso para instalar otras aplicaciones, tiene categorías y hace advertencias sobre el contenido de los juegos y otras plataformas. (Shutterstock)

Mientras, Maldonado Miranda explicó que en términos generales, los casos cibernéticos que más se reportan son intrusión en la tranquilidad personal, que es el uso de un medio para proferir lenguaje amenazante, obsceno o lascivo a una persona, y fraude.

En lo que va del año 2023 se han reportado 93 casos de intrusión y 68 de fraude, según indicó.

En el 2022, se reportaron 186 casos de intrusión, en el 2021 unos 397 casos y en el 2020 unos 552 casos. En cuanto al fraude, en el 2022 se reportaron 65 casos, en el 2021 unos 252 casos y en el 2020 unos 136 casos. Estos incluyen las cifras que involucran a menores.

Maldonado Miranda entiende que ocurren más casos que los reportados, pero que los padres o tutores desconocen los acechos, los acercamientos indebidos, la seducción por internet y las proposiciones sexuales, entre otros, a los que están expuestos sus hijos.

El funcionario, además, destacó que gran parte de los abusos contra menores se dan en el entorno familiar.

Finalmente, el experto en crímenes cibernéticos recomendó a los padres instalar una aplicación de control parental, que pide permiso para instalar otras aplicaciones, tiene categorías y hace advertencias sobre el contenido de los juegos y otras plataformas.