La autopsia realizada a la pequeña April Thais Ortiz Quiñones, la niña de dos años violada y asesinada en Guayanilla el miércoles, 7 de junio de este año, confirmó un patrón de maltrato a través de múltiples traumas en distintas partes del cuerpo, incluyendo agresión sexual, y la presencia de fentanilo sin justificación médica.

Así concluye el análisis divulgado por la patóloga forense Rosa Rodríguez Castillo, quien fungió como testigo del ministerio público durante la continuación de la vista preliminar contra Jiovan Francisco Ortiz Soto, efectuada en la sala 402 del Tribunal de Primera Instancia de Ponce ante el juez Rubén Serrano.

El mecánico de 35 años, que está imputado de ocasionarle la muerte a su hija menor, enfrenta un cargo por asesinato en primer grado, cuatro por incesto y cuatro por agresión sexual.

Durante su testimonio, la perito que laboró por 27 años en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), donde actualmente trabaja por servicios profesionales, explicó los hallazgos del examen forense efectuado el jueves, 8 de junio.

“Ese día estaba de turno y a las 8:00 de la mañana recibí el cuerpo de una infante que corresponde a la niña April Thais Ortiz Quiñones; una niña que aparenta tener dos años, que viene desnuda envuelta en una sábana desechable del hospital”, relató a preguntas de la fiscal Marjorie Gierbolini.

Fotos de Naiari Quiñones Rivera y  Jiovan Ortiz Soto, contra quienes pesan varios cargos que incluyen asesinato en primer grado, incesto y agresión sexual contra su hija de dos años de edad, April Ortiz Quiñones, quien murió el pasado 7 de junio del 2023.
Fotos de Naiari Quiñones Rivera y Jiovan Ortiz Soto, contra quienes pesan varios cargos que incluyen asesinato en primer grado, incesto y agresión sexual contra su hija de dos años de edad, April Ortiz Quiñones, quien murió el pasado 7 de junio del 2023. (Suministrada)

Al describir los traumas encontrados en el cuerpo de la occisa, la patóloga detalló que “presentaba unas lesiones de trauma en la superficie corporal que, representan múltiples traumas a nivel de la cabeza, tórax, abdomen, manitas, brazo, antebrazo y en el área genital y anal”.

“¿Qué pudo observar?”, preguntó la fiscal.

“Podemos observar unas lesiones traumáticas en patrón, contusión en la nariz, lesión en la rodilla derecha, muslo derecho e izquierdo y parte de la intervención médica”, contestó la tercera testigo en esta etapa de los procedimientos.

“En el cuerpo bocabajo, podemos observar unas lesiones cicatrizadas no recientes en la región glútea, otras en las extremidades y las manos. No son agudas de ese momento, no le puedo establecer un tiempo, de aproximadamente un mes”, apuntó.

Mientras que, en la parte posterior de la cabeza y cuello, según manifestó, se encontraron marcas compatibles a un “salpullido que se extiende hasta la parte superior de la espalda, bilateralmente”.

Otra de las fotografías presentadas en un monitor -que solo estuvo disponible para revisión del juez y las partes- resaltaba “la mano derecha (de la menor) en su aspecto posterior; unas lesiones traumáticas recientes, agudas, en patrón”.

De acuerdo con la patóloga, esas marcas “eran compatibles con defensa”.

“En el contexto forense, en este tipo de casos en niños tienen unas características, es compatible con puños. Son golpes propinados y la primera capa de la piel se va levantando. Esa mano tuvo un movimiento de fricción que le propinó el trauma. Se sabe por la localización y las características”, reveló.

“De esta fotografía se observa distensión del abdomen, que está aumentado de tamaño. Eso es producto por algún trauma en la región abdominal”, argumentó.

Asimismo, las heridas en el brazo y antebrazo izquierdo, “son lesiones cicatrizadas, similares a las del otro brazo. Esta otra (lesión es) reciente, aguda, en el aspecto del antebrazo izquierdo. Eso se da por fricción, quemadura superficial de un golpe contundente”.

Evidencia de agresión sexual

Durante su alocución, la experimentada patóloga forense habló de las lesiones encontradas en el área genital de la menor que confirman “agresión sexual”.

Sostuvo que la distensión del abdomen era de 19 pulgadas y media.

“En la parte anal, podemos observar unas lesiones no recientes de diferentes tamaños y lesiones internas recientes que se describen como las manecillas del reloj, que son contusiones. La parte rojiza son las contusiones. Es interno”, sostuvo.

“En un acercamiento se puede ver el enrojecimiento de la parte interna. Son (lesiones) propinadas por penetración del pene o algún objeto insertado en el área vulva y el ano. Las lesiones son compatibles con una agresión sexual, ya sea con el pene o con algún objeto”, insistió.

Para explicarlo, destacó que, “son unos traumas recientes y son propinados, intensionales. No es producto de que la niña se lo haya hecho o se haya caído. Las lesiones detrás de la vulva son propinadas”.

En cuanto a los hallazgos internos, Rodríguez Castillo resaltó la presencia de 15 hematomas subdurales, que “se producen cuando recibe golpes en la cabeza”, perpetrados en un tiempo indeterminado antes de su muerte.

Otro de los traumas que le ocasionaron la muerte, según la perito, se encontró en el área del bazo, mediante “un sangrado que era demasiado extenso” que aumentó el tamaño del órgano. “Este bazo no tiene ninguna célula inflamatoria de alguna lesión viral, sino tenía sangre producto del trauma”, explicó.

Por otro lado, el análisis toxicológico reflejó la presencia de fentanilo.

“Tenemos que es positivo para fetalillo. Su presencia es por uso no médico, eso produce (estado de) inconciencia. Fue administrado de forma ilegal”, denunció.

“Esta sustancia en el cuerpo de la menor, le fue administrada en un contexto no médico. La niña llega inconsciente (al hospital), con problemas respiratorios”, abundó al ser interrumpida por el licenciado Julián Claudio Gotay, quien aludió a que “ella interviene en ese caso para certificar la muerte y, no para hablar de las condiciones en que llega”.

No obstante, la fiscal intervino para aclarar que, “ella está aquí como perito; a base de lo que verificó, llega a estas conclusiones”.

“El testimonio de un perito es una opinión. No ha lugar”, dijo el juez.

Tras divulgar el análisis de la autopsia, la patóloga concluyó que, “la causa de muerte (de April Thais) fue el síndrome del niño maltratado, por los traumas recientes y anteriores. Por las lesiones cicatrizadas y recientes con patrón propinado en todo el cuerpo. Fueron varios eventos de diferentes tiempos de lesiones agudas y cicatrizadas”.

Contrainterrogatorio

Al contrainterrogar a la testigo, el abogado Emanuel Gierbolini, alegó que, según la conclusión Rodríguez Castillo, “la causa de muerte fue por el síndrome del niño maltratado; es que incluyeron muchas cosas en la causa de muerte”.

“No puede decirle al tribunal que tal lesión fue la que causó la muerte. En otras palabras, el cuerpo que usted examina recibió contusiones en determinado tiempo”, apuntó.

Sin embargo, la patóloga contestó en múltiples ocasiones que “tiene lesiones de contusiones en patrón. Las lesiones de la cabeza, bazo y abdomen fueron las que causaron la muerte. Y por los golpes recientes le acabaron de dañar el cerebro”.

“No puede determinar si quien propinó los golpes fue hombre o mujer. La agresión sexual no puede definir si fue un hombre”, insistió el letrado.

“No se puede concluir, pero no se puede descartar. Se descartó que las lesiones fueran provocadas por la menor. El trauma fue propinado con intención. No hay nada compatible con accidente”, contestó la testigo.

Testigos de la defensa

Más temprano, la defensa solicitó incluir como testigo a Naiari Quiñones Rivera, madre de la menor y quien enfrenta -en un proceso separado- dos cargos de maltrato por negligencia y omisión intencional de la Ley 246 Para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores.

De hecho, la fémina renunció a su vista preliminar el pasado viernes y se dijo que, posiblemente, estaría llegando a un acuerdo para convertirse en testigo del ministerio público. Eso fue validado esta mañana por la fiscal Gierbolini, quien habló de una posible inmunidad parcial.

Además, el abogado Claudio Gotay pidió como segunda testigo a Zulivette Ortiz de quien se dijo es hermana del imputado.

“En cuanto la madre de April, tiene un caso a nivel de juicio, tiene su representación legal, le asisten unos derechos y no procede la instrucción de ella como testigo. Siendo ella acusada a hechos relacionados de los que se ventilan contra el imputado”, advirtió la fiscal.

La vista preliminar contra Ortiz Soto continuará esta tarde.