Pastor confiesa difundió mensaje de pánico sobre extensión de toque de queda
El caso será consultado con la fiscalía próximamente para que determine si se le radicarán cargos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El pastor de la Iglesia Casa de Restauración en Bayamón, José L. Rivera, admitió hoy que fue él quien originó un mensaje a través de un chat de la red de mensajería WhatsApp que causó que la ciudadanía abarrotara el pasado fin de semana los supermercados y las tiendas por departamento porque se avecinaba un cierre total de los comercios.
Esta acción, que generó pánico entre la población, pudo haber puesto en riesgo de contagio a decenas de personas.
Rivera, que llegó durante la tarde de hoy al Cuartel General acompañado de su abogado, Antonio Figueroa, le indicó a los agentes que hace varios días que se sentía enfermo y por eso estaba tapándose la nariz y la boca con una toalla.
“Dijo que la grabación la hizo él, pero que estaba dirigida a un grupo de sus feligreses y que no esperaba que se convirtiera en viral”, sostuvo el director de la División de Robos a Bancos, el teniente José Ayala.
En el sonido se mencionó al pastor Ángel Molina.
Sin embargo, cuando los agentes acudieron donde Molina para entrevistarlo, su abogado Mario Moczó lo orientó para que no prestara declaración.
Una vez se complete la prueba, el caso será consultado con la fiscalía para que determine si se le radicarán cargos criminales a Rivera a nivel estatal, bajo el inciso A del artículo 6.14 de la Ley 20 del 2017, que establece que incurriría en un delito menos grave toda persona que dé una falsa alarma en relación con la inminente ocurrencia de una catástrofe en Puerto Rico, o si existiendo ya un mensaje de estado de emergencia o desastre disemine rumores o de falsas alarmas sobre anormalidades no existentes.
Se le podrían imponer multas de hasta $5 mil o cárcel de hasta seis meses o ambas penas a discreción del tribunal.
“La investigación de la Policía concluyó hoy. Le hicimos las advertencias en ley y se siguió el protocolo en estos casos. Próximamente, el caso será consultado con la fiscalía”, respondió Ayala, en una entrevista telefónica.
También se evaluaba si el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) tendría jurisdicción en este caso.