“Si dices algo, te voy a mandar a matar a ti también”.

Fue la advertencia que, supuestamente, verbalizó Ana Inés Napoleoni Medina, contra Jineyshska Cruz Bonilla, al arrancarle el teléfono del bolsillo a su pareja, Jancarlo Rivera Lugo, quien aún estaba malherido tras recibir el disparo que, minutos después acabó con su vida.

Sus expresiones surgieron durante una vista de supresión de evidencia, solicitada por la defensa de Napoleoni Medina que, está acusada, junto a su hijo Jeromy Pietri, de asesinar al militar, en hechos ocurridos el 14 de noviembre de 2022 en el sector Nueva Vida del barrio El Tuque de Ponce.

La intención del procedimiento judicial, efectuado en la sala 404 del Tribunal de Ponce, ante la jueza Verónica A. Pagán Torres, era refutar la forma en que se hizo el proceso de identificación de la acusada a quien la testigo describió como una señora “gordita, bajita, cachetona, rubia, ojos achinados, con el pelo rubio castaño y puntas negras”.

Cruz Bonilla se sentó, por segunda ocasión, en el banquillo de los testigos, para reiterar su testimonio contra las personas que, presuntamente, cometieron el crimen contra su amado, cuando se disponían a comprar los adornos de Navidad.

“Esa cara nunca se me va a olvidar”, confesó la joven que, también fue agredida durante el fatídico incidente donde murió Jancarlos.

A pesar del duro recuerdo, Jineyshka pudo narrar, con lujo de detalles, lo sucedido aquel día, desde que Napoleoni los detuvo para decirles que transitaban en contra el tránsito.

Cabe destacar que, la acusada compareció a la vista judicial a través del sistema de videoconferencias; ataviada con mameluco color mostaza que, cubría una vestimenta blanca y su cabello recogido hacia atrás, con un moño.

Durante la vista, el abogado Luis Quiñones González, insistió en que, los eventos previos al asesinato afectaron el estado emocional de la testigo. Sin embargo, la joven rechazó que estuviese medicada o inhabilitada para recordar lo que pasó.

“En ese momento, una dama se acerca al vehículo, comienza una discusión. Esa discusión, ¿a usted la tranquilizó o no? ¿Sus nervios estaban igual? Luego de la discusión, hubo un puño. Según su declaración, usted nunca dijo con qué mano fue”, expuso el letrado.

De hecho, el abogado sacó un fichaje hecho a Napoleoni Medina en 2012, en el cual se destaca que, en ese tiempo, ya la mujer tenía dos tatuajes; uno en la mano y otro en el tobillo.

Por otro lado, uno de los testigos que declaró en esta vista fue el agente investigador, José M. García Rivas, de la División de Homicidios de Ponce, el cual relató detalles de las entrevistas realizadas a Cruz Bonilla.

Según el agente, la primera vez que vio a la joven, esta se encontraba en una camilla de la sala de emergencias del Hospital Damas, lugar donde certificaron la muerte de Jancarlos.

“Dentro de la situación en que se encontraba, me dio datos de una fémina gordita, bajita, vestía pantalón largo azul, camisa ‘peach’. Que los había mandado a detener porque iban contra del tránsito”, resaltó a preguntas de la fiscal Anette Estévez.

“Luego, la señora (Ana) agrede a Jancarlo en el área de la cara y, ocurre el incidente donde Jancarlo le tira ‘pepper’ (gas pimienta) a la señora. Luego, ella (Ana) se retira, llama por teléfono, sale un muchacho de una casa abandonada; tenía un arma agarrándola con las dos manos, un peine largo, se acerca a donde la muchacha y a Jancarlos y la agrede con las manos”, agregó.

Inmediatamente, de acuerdo con el agente investigador, Pietri hirió de bala al perjudicado. Entonces, ella (Jineyshka) pide auxilio, nadie la quiere socorrer”.

“La señora (Ana), se ríe cuando hieren de bala a Jancarlos. Ella (Jineyshka) monta al perjudicado al vehículo. Mientras, Ana le saca el celular del bolsillo a Jancarlos y se acerca al vehículo, mete la mano, porque el teléfono del perjudicado estaba en el dash, lo arrebata y le dice a Jineyshka que, si dice algo, la va a mandar a matar”, afirmó.

Tras la primera entrevista, el policía se movió a la escena del crimen, custodiada por el agente Luis Echevarría del precinto El Tuque, quien le notificó “que en la residencia con portón color escarlata, vivía la señora Napoleoni. El compañero sabía esto porque había atendido una querella relacionada a la hija menor”.

“Estando allí, llega el compañero Gaspar Pellicier, me indica que él trabaja en el Plan de Zona, que intervienen con frecuencia y cada vez que van a intervenir, sale de esa residencia una señora con actitudes hacia ellos y el hijo también se pone con actitudes y sale con malas palabras”, manifestó.

“Al otro día, se hizo una búsqueda en el Sistema David del DTOP y otros sistemas que tiene la Policía. De acuerdo con la búsqueda, me entregan las fichas de la señora Ana Inés Napoleoni Medina, del señor René Rosa (pareja de Ana) y, de Jeromy Pietri Napoleoni. También obtuve información de José Ramón Pietri Napoleoni; que estos son hijos de la señora”, mencionó.

Asimismo, García Rivas relató que, regresó a la residencia de la entonces sospechosa con una orden de allanamiento en búsqueda de cámaras de seguridad. Sin embargo, estando en el lugar, “llegó Nashalí Pietri Napoleoni, que se identificó como hija de Ana. Le pregunté si sabía dónde estaba su señora madre, pero dijo que desconocía”.

Destacó que se hicieron las gestiones para dar con el paradero de Ana Inés “para citarla, entrevistarla, leerle las advertencias de ley y llevar a cabo una rueda de confrontación”. Como no se logró, el agente procedió a trabajar cuatro muestrarios con las personas señaladas.

Cerca de las 7:00 de la noche, la jueza Pagán Torres se reservó el fallo e informó que, notificará su decisión por escrito, antes de que comience el juicio.