Paramédico entre las víctimas de masacre en Cayey
Una de las víctimas de la masacre era un paramédico que recién se había mudado al lugar desde la barriada San Cristóbal de ese municipio y estaba parado frente a su residencia cuando ocurrió la balacera.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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El saldo de víctimas de la masacre ocurrida anoche en la calle José Vaquero, de la barriada Buena Vista, sector Campito de Cayey, frente al parque de pelota aumentó a cuatro, luego de que a eso de las 11:30 de la mañana de hoy, sábado, se notificara la muerte cerebral en el Centro Médico de Río Piedras, de un hombre que fue resultó herido de bala en la cabeza.
El sargento Carlos González, supervisor de la División de Homicidios de Guayama, confirmó que se les notificó a los familiares de Luis Antonio Rodríguez Rodríguez, de 25 años, que el hombre perdió actividad cerebral por lo que se están haciendo la gestiones para la posible donación de órganos en el Centro Médico de Rio Piedras.
Rodríguez Rodríguez fue herido en la cabeza anoche en un incidente en el que fueron asesinados otros tres hombres, entre ellos un paramédico, por motivos que aún son investigados. Según el sargento, durante el día de hoy es que se han comenzado las entrevistas a familiares y a potenciales testigos para poder recrear lo que ocurrió en el lugar.
La primera víctima, identificada como Jonathan de Jesús Coma, de 19 años, fue localizada a eso de las 8:00 de la noche, por la policía en el interior de un vehículo marca Honda Accord, modelo del 1992. El occiso era vecino del edificio 27, en el residencial Luis Muñoz Morales de ese municipio.
Los otros dos hombres baleados identificados como Joshua Ortiz Haddock, de 19 años, alias “Jao”, residente del lugar presentaba diez impactos de bala y Juan C. Tapia Colón, de 24 años, quien recibió tres balazos. Ambos fallecieron mientras recibían los primeros auxilios en el hospital Menonita de Cayey.
Éste último era un paramédico que recién se había mudado al lugar desde la barriada San Cristóbal de ese municipio y estaba parado frente a su residencia cuando ocurrió la balacera.
En la escena se recuperaron como evidencia más de veinte casquillos de balas calibre 9 milímetros y de .40.
“No tenemos móvil estamos comenzando la investigación no tenemos esa información”, declaró el sargento González, al preguntarle si la pesquisa va dirigida a establecer como motivo de la masacre el trasiego de sustancias controladas.
Al preguntarle si el paramédico es una víctima inocente, González manifestó que hasta el momento no pueden afirmarlo ni descartar que tuviese algún vínculo con las otras víctimas.
A ninguna de las víctimas se les ocupó armas de fuego, ni tampoco en el auto recuperaron ninguna evidencia ilegal, respondió el sargento.
Esta es la quinta masacre que ocurre durante el 2012, desde el pasado 30 de mayo, cuando se reportó una triple matanza en el residencial Puerto Real, detrás del edificio siete, en Fajardo.