El juez José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón, declaró no ha lugar la petición hecha por el excorredor de seguros, Pablo J. Casellas Toro, para renunciar de forma “libre, inteligente, voluntaria, expresa y con pleno conocimiento de causa” al derecho de estar presente en la vista de sentencia.

La petición del convicto por el asesinato de su esposa Carmen Paredes se hizo mediante moción y ante el marco de que la vista es transmitida en directo por todos los medios de comunicación.

Cabe destacar que en la moción, la defensa critica severamente la cobertura excesiva que ha recibido este caso.

Tras el juez denegar la petición, el abogado Harry Padilla solicitó al juez que reconsiderara la petición alegando que era innecesario exponerlo a las cámaras de los medios de comunicación. Sin embargo, el juez se mantuvo en su decisión de que el convicto debía estar presente en sala.

Casellas, llegó a eso de las 8:23 a.m. de este jueves al Tribunal de Bayamón esposado y vestido con el usual uniforme de presidiario.

Fuertes medidas de seguridad, provistas por el Departamento de Corrección, se desplegaron durante el traslado del convicto desde la Cárcel Regional de Bayamón hasta el Tribunal. De hecho, una pared de guardias correccionales se formó cuando se bajó de una guagua van color negra que lo trasladó.

Se espera que el juez Ramírez Lluch sentencie al hombre de 49 años a entre 99 a 111 años de cárcel por el asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón.

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