Otro revés para la defensa de Pablo Casellas
No consigue eliminar del récord las expresiones que realizó la patóloga Rosa Rodríguez.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Luego de anunciar seis testigos, la defensa de Pablo Casellas Toro, acusado por el asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón, finalmente presentó solo uno este viernes para tratar de impugnar las declaraciones del paciente de metadona, Luis Alberto Guzmán, único testigo que ubica la presunta arma homicida en manos del acusado.
En el último día del desfile de prueba del juicio por jurado que se sigue contra Casellas Toro, el ingeniero civil Rafael Jiménez ocupó el banquillo de los testigos en la sala 706, del Tribunal de Bayamón, para asegurar que Guzmán no pudo haber ido a su cita en el Centro de Metadona en Río Piedras el 14 de julio de 2012 y estar de vuelta en Guaynabo a la hora en que alega haber visto el auto Mercedes Benz gris, igual al que manejaba el acusado ese día, transitar por la Avenida Santa Ana y desde el cual vio que se lanzaba un objeto.
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Apoyado en una ecuación matemática que realizó usando la declaración jurada de Guzmán, los itinerarios del Tren Urbano, la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y la distancia que el testigo caminó a pie, el ingeniero calculó que a Guzmán le tomó unos 90 minutos ir a su cita, regresar a su casa en la barriada Los Filtros y volver salir por el callejón, que da acceso a la Avenida Santa Ana, para caminar a comprar el periódico en el Supermercado Amigo.
El 14 de julio, día en que asesinaron a Paredes Cintrón en su residencia en la urbanización Tierralta III, en Guaynabo, Guzmán tomó el Tren Urbano en la estación de Torrimar para acudir a su cita en el Centro de Metadona en Río Piedras y regresó a su casa en una guagua de la AMA. El testigo declaró que esa mañana despertó como a las 8:00 a.m. y que bajó hacia la estación del tren como a las 8:30 a.m.
Entre 9:00 a.m y 10:00 a.m, venía saliendo por el callejón hacia la Avenida Santa Ana, cuando observó a un hombre de tez blanca en un Mercedes Benz gris lanzar un objeto, que resultó ser la presunta arma homicida, según las pruebas realizadas a la pistola.
Hoy, ante el juez José Ramírez Lluch, el ingeniero utilizó tres escenarios que partían de la premisa que el testigo había abordado el TU después de las 8:00 a.m. y que establecían que no podía estar saliendo del callejón cuando Casellas Toro transitaba por la carretera para visitar a su padre, el juez Salvador Casellas Moreno.
"En su opinión profesional, ¿es posible que esta persona haya estado al final del camino antes de las 9:47 a.m?", preguntó el licenciado Harry Padilla Martínez, quien encabeza el equipo de la defensa compuesto Juan Ramón Acevedo Cruz, Arturo Negrón García y Francisco Rebollo Casalduc.
"Imposible", respondió el testigo.
El hombre a cargo del mantenimiento de las cámaras de seguridad de la urbanización Tierralta III, Edwin Pantojas, estableció previamente que la mañana del 14 de julio el acusado salió del complejo de vivienda a las 9:12 a.m. y regresó a las 9:43 a.m.
Pero en el contrainterrogatorio la fiscal Phoebe Isales llevó al testigo a aceptar que sus conclusiones se basaban en escenarios hipotéticos.
El ingeniero reconoció que realizó su análisis con la información que le proveyó la defensa de Casellas Toro y que desconocía la condición física del testigo. Tampoco sabía si Guzmán tenía una condición médica que le afectara al caminar, ni cuánto tiempo le tomaba el proceso en el Centro de Metadona.
Aceptó también que no sabía a qué hora el testigo había salido de su casa y que no había considerado un escenario donde Guzmán tomó el tren a las 8:00 a.m.
"¿Si se hubiera montado en el tren de las 7:46 a.m. a qué hora hubiera llegado al pasillo?", preguntó Isales, quien representa al Ministerio Público junto a los fiscales Janet Parra y Sergio Rubio.
"Noventa minutos después... 9:15 a.m.", contestó el perito.
Terminado el testimonio del ingeniero, la defensa informó que no sentaría otros testigos a pesar de que había anticipado que sentaría a un patólogo para impugnar el testimonio de la patóloga forense Rosa Rodríguez.
Así las cosas, el juez Ramírez Lluch concedió a las partes hasta la mañana del martes para someter mociones. Luego la defensa someterá su caso.
La tarde del martes la defensa y el Ministerio Público presentarán sus argumentaciones finales.
El miércoles el panel de ciudadanos que determinará si Casellas Toro es culpable o no culpable del asesinato de su esposa podría retirarse a deliberar.
A su salida, Padilla Martínez indicó que las mociones que presentarán el martes incluyen asuntos relacionados a la prueba.