Edison Misla Aldarondo podría sumar entre seis meses y tres años a sus días en prisión luego que se encontrara causa para juicio en su contra por tener un teléfono celular en el centro donde estaba detenido bajo custodia mínima.

La jueza María Zoraida Trigo Ferraioulli, del Tribunal de Humacao, encontró causa para juicio contra el ex presidente cameral.

Los abogados del ex líder novoprogresista, Rafael Bermúdez y Carlos Rivera Llorens, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), junto con el estudiante de derecho Pedro A. Vargas, adelantaron que someterán una moción de desestimación al entender que la determinación es contraria a derecho.

Los defensores alegan que donde ocurrieron los hechos del 12 de agosto pasado, el Centro de Tratamiento Residencial (CTR) de Humacao, donde estaba Misla Aldarondo, no es una institución penal, sino un hogar de adaptación social o centro de tratamiento.

En su argumentación final, Rivera Llorens indicó que la Ley 15 de 2011 prohíbe el uso de aparatos de telecomunicación en instituciones carcelarias y juveniles bajo la Administración de Corrección, no en centros de reingreso a la sociedad.

“Por analogía, entendemos que este delito no se ha cometido”, sentenció el abogado.

El fiscal Luis Navas recalcó que todos los testigos “han sido claros” al indicar que el CTR es una institución penal de seguridad mínima y destacó que la ley establece que todo confinado que posea un teléfono móvil en una institución de cualquier nivel de seguridad incurrirá en delito de cuarto grado.

De hecho, el oficial de Corrección que le ocupó un teléfono móvil a Misla el 12 de agosto, a eso de la medianoche, fue Víctor Millán, quien se disponía a contar a los residentes, como se les llaman a los participantes del centro.

Declaró que entró al cubículo de Misla y lo sorprendió con el celular gris y negro -marca Samsung- encendido en su mano derecha, pegado a la oreja.

“Estaba sentado en su cama con un celular en la mano derecha, abierto y encendido... Se lo quité rápidamente, se lo arrebaté”, dijo Millán, quien procedió a ocuparlo.

Agregó que, cuando le dijo al ex presidente cameral que era un delito tener celular dentro de la institución, “contestó que estaba pasando por un momento difícil y que la situación lo ameritaba”.

“Él estaba espaciao, como ido. Me le paré al lado y no se dio cuenta de nada. Cuando se lo quito, se quedó como frisao”, señaló sobre la reacción del confinado, quien desde entonces fue reingresado a la Cárcel Regional de Bayamón y en sala se mantuvo tranquilo, atento y dialogando con sus abogados.

La técnico sociopenal del CTR Amarilys Peña sostuvo que el centro es una institución penal de custodia mínima y que el 30 de junio orientó a la población sobre la Ley 15 y que varios, incluyendo a Misla, se quejaron.

El agente Miguel Sánchez, de la Policía de Humacao, investigó y destacó que el celular estaba funcionando, pero que necesitaba una contraseña para poder usarlo. Solamente pudo llamar al 9-1-1 y allí le dieron el número del móvil. También fue analizado por el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), que estableció que funcionaba y le entregaron una lista con varios mensajes de texto.