José Enrique Seary Colón, alias Ricky El Diablo, fue encontrado culpable el viernes por el asesinato de Alexis Correa Peña, a quien baleó tras salir el 27 de marzo del 2012 del Tribunal de Carolina.

El hombre, quien es candidato para que la fiscalía solicite la pena de muerte en su contra si es convicto en otro caso que aún tiene pendiente en el foro federal, fue hallado culpable por los delitos de asesinato, dos tentativas de asesinato y múltiples violaciones a la Ley de Armas. La jueza Grechka Curbelo del Valle presidió el caso en que las fiscales Roselly Carrión y Karylin Díaz presentaron la prueba.

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El agente Javier Rodríguez, de la división de Homicidios de Carolina, investigó el caso. De hecho, Seary Colón había sido acusado por supuestamente apuntarle con un arma a Rodríguez cuando este último intentó arrestarlo el 27 de diciembre de 2011 en el centro comercial Plaza Carolina, pero en esa ocasión fue exonerado por la jueza Berthaida Seijo Ortiz.

Unos cinco a seis testigos fueron necesarios para lograr la convicción.

La vista de sentencia está pautada para este miércoles.

El día de los hechos Correa Peña, de 22 años, a quien le mataron un abuelo y un hermano, acudió a una vista en el Tribunal de Carolina junto a su madre y su pareja. Luego de su salida, mientras viajaban en un auto por la carretera PR-3, fueron tiroteados desde un auto color vino.

Las dos mujeres sobrevivieron el ataque.

Correa Peña había sido fichado en el 2008 por robo. Su hermano, Jeffrey, fue muerto a tiros el 2 de febrero del año pasado del 2011 en la comunidad Villa Justicia, de Carolina, donde también vivía Alexis.

El abuelo de ambos, Miguel Peña Molina, murió asesinado a los 71 años el 8 de noviembre de 2010 en el barrio Canovanillas, de Carolina.

En ese atentado a tiros resultaron heridos otros tres pasajeros de un auto Suzuki, incluyendo otro nieto y un menor de 14 años.

Seary Colón también está acusado a nivel federal por asesinar de un disparo en el rostro al gerente de una tienda de venta de piezas de auto, en medio de un robo al establecimiento.

Por este asesinato es que la fiscalía federal contempla solicitar la pena de muerte, en caso de ser convicto del crimen.

Además, cumple una pena de 139 años por el asesinato de Ramón Rodríguez Muñoz en medio de un robo domiciliario en 2009 en Loíza.