Integrantes de la organización Humanistas Seculares de Puerto Rico rechazaron este domingo las expresiones del juez asociado del Tribunal Supremo, Erick Kolthoff, quien durante una aparición pública instó a las organizaciones religiosas a defender activamente los valores cristianos, y afirmó que la separación de Iglesia y Estado ha limitado la libertad religiosa en el País.

La licenciada Mariana Nogales, directora del comité legal del grupo que reúne a “ateos agnósticos, escépticos y libre pensadores”, defendió la separación entre el gobierno y las instituciones religiosas, y advirtió sobre el peligro de que se promueva el activismo religioso en las instituciones gubernamentales y en la Judicatura.

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“Más que nunca, ahora tenemos que seguir educando a las personas sobre la separación Iglesia-Estado, que está íntimamente ligada a la libertad de culto. De esta manera, todas las personas, creyentes y no creyentes, tendrán espacio para profesar sus creencias”, manifestó Nogales durante una manifestación celebrada en el lado norte del Capitolio.

“Si no existe la separación de Iglesia y Estado, algunos grupos pueden apoderarse del discurso principal, y esto resulta peligroso, sobre todo cuando esos discursos operan en detrimento de poblaciones históricamente marginadas”, abundó la abogada.

Durante la actividad, participaron representantes del Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE), del Consejo de Relaciones Espíritas Puertorriqueño, del Partido del Pueblo Trabajador y del movimiento Dios le Debe a Hacienda, entre otros.

La intención de Humanistas Seculares es reforzar los proyectos educativos para que se respete la doctrina de completa separación de Iglesia y Estado, que garantiza en su Carta de Derechos la Constitución del Estado Libre Asociado.

“Un estado que favorece la instituciones religiosas, como tal, está siendo excluyente”, enfatizó, por su parte, Darío Ortiz, presidente de Humanistas Seculares.

Durante un foro en el que participó el sábado en Trujillo Alto, el juez asociado Kolthoff exhortó a los grupos religiosos a luchar por la permanencia de los valores cristianos. Y dijo que la separación de la Iglesia y el Estado se concibió para evitar que el gobierno impusiera algún credo, aunque según opinó, ha resultado en una limitación a la libertad religiosa y ha contribuido a crear la percepción de que los creyentes no deben intentar influenciar la política pública.