Oficina de Explosivos recibe nuevo equipo de alta tecnología
Se adquirieron con fondos estatales y federales dos robots, trajes antibombas y máquinas de rayos X.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La oficina de Explosivos y Seguridad Pública recibió hoy equipo nuevo con tecnología avanzada, como trajes antibombas, robots y máquinas de rayos X adquiridos con una inversión combinada de fondos estatales y federales que asciende a $1 millón para garantizar la seguridad de sus técnicos, agilizar la respuesta en situaciones de peligro, reducir la cantidad de agentes que se moviliza para atender una escena y profesionalizarlos.
La adquisición de ocho máquinas de Rayos X de último modelo, dos robots modelo Andros F6B y el equipo de protección certificado es la primera que reciben en unos 20 años y fue necesario que compitieran con varios estados norteamericanos para recibir unas asignaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que- junto al desembolso del Departamento de Seguridad Pública (DSP)- facilitará el manejo de sustancias peligrosas y artefactos explosivos o incendiarios.
“Para esta administración, el equipar a nuestros policías con tecnología es una prioridad. Al hacerlo, estamos protegiendo sus vidas, la de los ciudadanos y brindamos una respuesta más ágil y efectiva ante la amenaza que representa cualquier evento que involucre artefactos o sustancias explosivas. La tecnología salva vidas y aumenta la efectividad de la labor policiaca. Por ello, hemos invertido cerca de diez millones en diferentes equipos tecnológicos y de innovación.”, expresó la secretaria de la gobernación, Noelia García Bardales, durante una rueda de prensa a la que asistió el subsecretario del DSP, Rafael Riviere Vázquez, el comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico, Antonio López Figueroa, y el director de la oficina, el teniente Rafael Cartagena.
Hoy me honro de representar @GovPierluisi mientras equipamos a los agentes de la División de Explosivos de la @PRPDNoticias con los equipos más modernos y sofisticados de respuesta y detección de artefactos explosivos. @lafortalezadepr @DSPnoticias @prcompolicia @prsecseguridad pic.twitter.com/T0tzCENyiN
— Noelia García Bardales (@prsecgov) March 1, 2023
López Figueroa recalcó que su prioridad es la de proteger a los agentes para atender estas situaciones de emergencia, al tiempo que anunció que serán integrados a las investigaciones de asesinatos donde hay vehículos incendiados para que sirvan de herramienta a los agentes de las divisiones de Homicidios en el esclarecimiento de los casos y serán movilizados en situaciones de toma de rehenes.
Con las máquinas de rayos X que fueron asignadas al Escuadrón Antibombas, que está certificado a nivel federal para Puerto Rico y el Caribe, mejorará el tiempo de respuesta, se reduce la exposición del técnico para trabajar una situación y saber que contiene un bulto desatendido, por ejemplo, o cualquier artefacto explosivo, sus imágenes pueden captar a distancia lo que tiene en su interior un vehículo de motor y una resolución tridimensional, detalló el teniente Cartagena.
Los robots de última generación tienen la capacidad de hacer dos disparos de manera simultánea con una velocidad específica para abrir, desmantelar o desactivar cualquier artefacto sospechoso y trabajar situaciones con materiales peligrosos. Los agentes tienen que adiestrarse y certificarse en su uso y manejo en una escuela especializada del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Los trajes antibombas son de diseño ergonómico que se adaptan al técnico de explosivos, reduce las libras de peso en 40, lo que les permite una mayor flexibilidad de movimiento, cuentan con un sistema integrado de enfriamiento, brindan una mayor protección contra los fragmentos producidos por una explosión, puede grabar desde su casco, porque tiene cámaras integradas y facilita la comunicación al centro de comando.
La misión de su oficina, sostuvo el teniente Cartagena, tiene, además, la encomienda de evitar que se paralice el transporte colectivo, los aeropuertos internacionales, las zonas portuarias y que se interrumpan las operaciones de cualquier institución pública o privada donde afecte la seguridad pública.
El año pasado trabajaron 27 situaciones con este tipo de artefacto, muchos de tipo militar los cuales habían sido alteradas y contenían sustancias peligrosas.