La hermana de la desaparecida bailarina Yexeira Torres Pacheco declaró este miércoles que Roberto Quiñones Rivera era un hombre posesivo, celoso y controlador.

En la continuación del juicio que se sigue contra Quiñones Rivera, por supuestamente asesinar y desaparecer el cuerpo de la mujer de 23 años, Jeanderish Torres Pacheco apoyó esta aseveración con algunas situaciones que observó entre la pareja.

La hermana de la desaparecida bailarina Yexeira Torres Pacheco declaró este miércoles que Roberto Quiñones Rivera era un hombre posesivo, celoso y controlador.

En la continuación del juicio contra Quiñones Rivera, a quien se le imputa asesinar y desaparecer el cuerpo de Torres Pacheco, su hermana, Jeanderish, apoyó la acusación criminal contra el expolicía al aludir a ciertas situaciones que observó entre la pareja.

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Ante el juez Francisco Borelli Francisco, del Tribunal de Carolina, Jeanderish mencionó que en una ocasión le pidió el teléfono celular a su hermana Yexeira para hacer una llamada y observó mensajes de texto que Roberto le enviaba.

"Cuando estoy llamando entran mensajes de texto de Roberto preguntado dónde estaba Yexeira y por qué no le cogía el teléfono", indicó Jeanderish.

Yexeira y Roberto mantenían una relación al momento de la desaparición de la joven y según señalamientos de familiares existían desavenencias entre ambos, justo al perderse el rastro de la bailarina.

Como ejemplo del comportamiento posesivo, Jeanderish afirmó que el acusado acompañaba a su hermana a todas partes y la "ajoraba" cuando Yexeira estaba en reuniones familiares.

Además, apuntó que por los ojos y los gestos del acusado determinó que al hombre le molestaban las demostraciones de afecto de Yexeira hacia ella y su mamá.

Ayer, martes, cuando comenzó su testimonio en el juicio, recordó un incidente en que aseguró que Quiñones Rivera se hizo el enfermo para que su hermana no lo botara del apartamento, que los tres compartieron durante seis meses.

De ese incidente, la mujer de 31 años, quien tiene una maestría en sicología, detalló que el acusado se lanzó al piso como convulsando, pero que cuando Yexeira le colocó un algodón con alcohol en la nariz despertó rápidamente.

"Yo pensé que era un show, que estaba actuando", afirmó a preguntas de la fiscal Alma Méndez Ríos.

Comentó que posteriormente, cuando observó a la pareja cargando nuevamente las pertenecías del acusado hacia el apartamento le comentó "wao, te quedó cabr... el show". Recordó que Yexeira empezó a reir, "pero a Roberto no le gustó (el comentario)".

Mientras, ahogada en llanto, la estilista y cosmetóloga relató que su hermana menor iba a ser la madrina de su hijo y que antes de desaparecer, en octubre del 2011, organizaba el "baby shower" de su sobrino.

"Yo la había llamado para decirle que le habían dado permiso para estar en el parto conmigo", apuntó llorando.

"Yo me siento tan mal porque no va a poder cargar a su sobrino, ni abrazarlo, ni darle un beso", agregó.

El bebé nació el 6 de diciembre de 2011.

Como otros parientes que han declarado en el juicio, indicó que Quiñones Rivera se mantenía apartado durante las reuniones familiares.

Pero en el contrainterrogatorio del licenciado Jorge Gordon Menéndez la testigo reconoció que el hombre ayudó cuando la familia se unió para pintar su casa en Fajardo y aceptó que en las fotografías del celular de Yexeira el hombre se veía compartiendo con su familia.

Admitió que durante el tiempo que vivió con la pareja no vio a Quiñones Rivera amenazar o agredir a su hermana. Yexeira tampoco le dijo que sentía temor de su pareja y nunca la vio con golpes o hematomas.

Rechazó que los mensajes de texto del acusado preguntando por su hermana reflejaran preocupación de su parte, pero reconoció que era una interpretación suya la conclusión de que al acusado le molestaban las muestras de afecto entre Yexeira y ella.

Aseguró, además, que Yexeira llegó guiando su guagua a la fiesta de su cumpleaños, el 6 de octubre de 2011, porque recordaba que ese día el acusado empezó a "usar ropa de color porque siempre se vestía de blanco".

Polémico allanamiento 

En un intento por aclarar las dudas sobre la supuesta detención de Jeanderish y Yexeira, la fiscal Méndez Ríos preguntó a la testigo si ella o su hermana habían sido detenidas o arrestadas durante un allanamiento al primer piso de la casa donde residió en Sabana Gardens en Carolina.

"Nunca la detuvieron (a Yexeira)", afirmó Jeanderish, quien vivía en el segundo piso de la citada estructura.

También negó que la hubieran detenido a ella en ese allanamiento a la casa que supuestamente pertenecía al fenecido sospechoso de narcotráfico José "Coquito" López Rosario.

Hoy, miércoles, también declararon Jonathan Correa Calderón y Juanita Calderón Rodríguez, primo y abuela de Yexeira. Ambos testificaron sobre una llamada telefónica que se produjo el 23 de octubre de 2011.

En esa llamada, Juanita declaró que escuchó una voz de mujer que decía "Por qué me haces esto. Ay, yo que soy tan buena contigo. Me vas a matar. Me asfixio".

Pensando que se trataba de su hija Iris Pacheco Calderón, la mujer guió a casa de su hija y confirmó que Iris estaba bien.

De regreso a su casa con Iris, Jonathan, quien escuchó otra parte de llamada, aseguró que las voces del teléfono pertenecían a Yexeira y el acusado. Jonathan también mencionó que parecía que el acusado golpeaba a Yexeira.

Ante esta situación, la mamá de Yexeira llamó a su hija, quien no respondió la primera llamada. En un segundo intento, la muchacha dijo a su mamá que estaba bien y que el acusado se encontraba a su lado.

Juanita testificó que llamó a la Policía para reportar el incidente, pero que quien le respondió le dijo que no prestara atención a la llamada.

Pese a la urgencia de la llamada, Juanita y Jonathan reconocieron que nadie fue a la casa de Yexeira a ver cómo estaba. Ninguno de los dos testigos la llamó al día siguiente para cotejar su estado.

El juicio continúa mañana.