En un acto de humanidad, la agente Melissa Pérez Reilly, adscrita a la División de Patrullas de Carreteras de Aguadilla, se abrazó a una joven conductora que atravesaba por una crisis nerviosa al momento de ser detenida.

En la publicación “Más allá del Boleto”, colgada en la red social Facebook, la agente natural de Isabela y con 31 años de servicio, narró que durante un plan de trabajo de 12 horas detuvo a la joven porque estaba utilizando el teléfono celular mientras manejaba. Acto seguido se percató que estaba “muy nerviosa y rompe en llanto sin consuelo. Ahí, inmediatamente, comienzo a hablarle, a tranquilizarla”.

Relacionadas

Recuerda que le pidió sabiduría y dirección a Dios para calmar a la mujer de solo 21 años que tenía muchas cosas en su mente y que estaba preocupada por su abuelita, quien la estaba esperando para llevarla a una actividad de la Virgen Del Carmen en Aguadilla. La agente, tomó una botella de agua que tenía en la patrulla y comenzó a consolarla, orando por ella.

En ese momento pensó en sus dos hijas y desarrolló empatía con la joven, a quien le pidió que posteriormente se comunicara con ella para conocer si se sentía mejor o era necesario canalizarle ayudas, pero no lo ha logrado, así que la exhortó a hacerlo.

“Su preocupación era que su abuelita ha estado muy triste por la muerte de su abuelito (y que) ella estaba esperándola, ya que le había prometido ir a buscarla para llevarla a la actividad”, explicó Pérez Reilly en su relato.

En ese momento, cuenta, logró convencerla de que se bajara del vehículo “y me dice: abrázame, no me sueltes, no me aguanto, pero haga su trabajo, yo lo hice mal”.

Al preguntarle si la joven fue multada, la agente respondió que no porque se trataba de una intervención en crisis.

“No, no, no (le dí el boleto). Inmediatamente que yo vi la situación de ella me concentré en eso, porque ella me cae en una crisis, que ella necesitaba mi ayuda como policía, como madre que soy. Ella me decía deme el boleto, yo sé que no hice mal yo estaba llamando a mi abuelita, yo le dije aquí ahora es que usted se tranquilice. Si hay que buscar ayudas la vamos a buscar”, exclamó la agente en entrevista con Primera Hora.

Acto seguido, una amiga que viajaba con ella como pasajera se comprometió a continuar manejando y se fue más tranquila.

“No es solo dar el boleto y mirar esa persona, hay que tener empatía. No sabemos qué problema está pasando es@ conductor que detenemos para expedirle esas multas y le doy gracias a Dios por no dejarme sola en ese momento y darle consuelo a esa joven que tanto lo necesitaba”, expuso.

A su vez, reflexionó que los policías tienen que asumir numerosos roles, como en esta ocasión que se convirtió en consejera, psicóloga y hasta madre.

Contó que jamás pensó que su publicación tuviese tanto impacto a través de las redes sociales y le conmovió al extremo de que lo manifestó llorosa debido a las muestras de solidaridad que recibió.

“Nosotros no solo estamos para dar multas... nunca había visto a esta joven y mi alegría fue que pudo irse tranquila con su amiga a buscar a su abuelita para pasar un día lindo con ella. Cuando amas hacer tu trabajo, no es trabajo, es pasión. Amo pertenecer a Tránsito”, finalizó al enviarle bendiciones a la joven.