Norma Casanova sobreviviente de “hit & run”: “Fue algo bien terrible”
La legisladora municipal abogó para establecer una pena fija de cárcel, para evitar más tragedias.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Norma Casanova Delgado, de 58 años, no volvió a ser la misma desde aquella noche del 11 de octubre de 2022, cuando un policía al volante de una camioneta la atropelló y abandonó la escena sin socorrerla.
Los hechos ocurrieron en la carretera PR-9917 frente a una pizzería en la urbanización April Gardens, en Las Piedras.
Desde ese día enfrenta con entereza, aferrada a su fe y con una actitud positiva, los retos físicos y emocionales que en ese instante le fueron arrebatados.
Casanova Delgado, portavoz alterna del Partido Nuevo Progresista en la legislatura municipal de Humacao y directora de Calidad y Cumplimiento regulatorio de la compañía Cooper Vision, en Juana Díaz, enfrentará por primera vez a Francisco Peña Velázquez de 34 años, el conductor que la abandonó malherida, el 1 de marzo, cuando fue señalado el inicio del juicio, ya que renunció a la vista preliminar.
Enfrenta cargos por violación al artículo 4.02 (obligación de detenerse en el lugar de un accidente con lesionados); artículo 5.07 (imprudencia o negligencia al conducir un vehículo) de la Ley 22 de Vehículos y Tránsito y el artículo 285 del Código Penal por destrucción de prueba, ya que dejó su camioneta Ford F-150 Super y del 2013, en un taller de mecánica en el sector Río Abajo del barrio Pasto Viejo, en Humacao.
“Es un sentimiento de coraje porque, ¿cómo tú puedes hacer algo así?, ¿cómo tú le das a alguien y te vas de la escena? y tratar de esconder una evidencia. Yo le pido mucha fortaleza a Dios que yo pueda presenciar y estar allí (en el tribunal), porque necesito que este capítulo se cierre ya en mi vida. Yo tengo plena confianza en la justicia, por la evidencia que me ha presentado también la fiscalía. Fui atropellada por este señor y tuve unas consecuencias que me perseguirán por el resto de mi vida”, puntualizó.
La noche que le cambió la vida, recuerda que recibió la llamada de un amigo que la invitó a la pizzería donde estaban reunidos para despedirse de su hermana. A su salida, observó que al otro lado de la carretera el carro de la hija de su amigo estaba dañado y fue en su auxilio. Regresó a su vehículo para buscar unos cables para cargar la batería.
“Yo había caminado la mitad de esa carretera cuando sentí, fue como un halón, cuando alguien hala bien fuerte, que me eleva, yo me sentí como que me despegué y después de ahí lo que vuelvo a sentir cuando abro mis ojos es que veo a todo el mundo, mis amigos, amigas, yo me quería parar. ¿Y yo qué pasó? Y me dicen no te puedes parar Norma porque un carro te dio un cantazo, pero yo decía me tengo que parar, no puedo respirar y era que yo tenía sangre por todos lados”, detalló, al explicar que no cree que haya perdido a conciencia del todo porque recuerda episodios de su traslado, primero al hospital Ryder y luego al Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras.
A pesar de que no ha tenido un encuentro personal con el Peña Velázquez, irónicamente recuerda esa noche estaba sentado frente a ella en la pizzería.
Pasaron los días y advino en conocimiento del diagnóstico que incluía una embolia pulmonar, sangrado craneal, sangrado intestinal, contusión en el hígado, lesión del nervio óptico que le hace ver doble, ocho costillas fracturadas, al igual que en el fémur y la pelvis, lo cual describió como “un momento bien difícil, yo pensé que no salía de esa. Fue algo bien terrible”.
El vídeo de su accidente, que se fue viral una vez publicado cuando las autoridades estaban en la búsqueda del conductor que la atropelló, no lo ha visto y considera que tampoco lo hará para proteger su parte emocional y psicológica de ese evento.
“Me han dicho que hasta que yo no salga de toda esta situación, tanto legal como física, que no lo vea y que, si yo no lo tengo que ver, que no lo vea. En verdad yo creo que no lo voy a ver”, exclamó. Explica que otras personas que lo vieron la lloraron, porque creían que no sobreviviría por el golpe fuerte.
Tras cumplirse ya los cuatro meses del accidente, de los cuales dos los pasó hospitalizada, solo ha salido unas tres veces a realizar diligencias o citas, no puede manejar debido a su estado físico y dice que los carros le dan miedo. Constantemente, les recuerda a sus seres queridos que tomen precauciones cuando vayan a cruzar la calle y hasta un día, al visitar un supermercado, se quedó paralizada al verse rodeada de vehículos en el estacionamiento.
Todavía tiene que usar un andador, no puede bañarse sin supervisión, ha perdido peso, tiene dificultad con la memoria y como la empresa para la cual trabaja ubica en Juana Díaz, para el mes de abril estaría evaluando si puede seguir trabajando desde su casa, aunque reconoce que puede quedarse sin empleo.
“Recuperarme en un 90% y estar vivo, para mí es algo importante”.
Antes del accidente, tenía a cargo de su supervisión tres plantas, viajaba con frecuencia por motivos de trabajo hasta a Europa, es aficionada del béisbol, jugó “softball” toda su vida y pertenecía a un equipo. Como legisladora municipal estaba involucrada en brindar servicios a las comunidades.
“Yo era una persona muy independiente, muy dada al servicio (a la ciudadanía) y ahora estoy acuartelada dentro de una casa, que no puedo moverme, al principio por mí misma, ahora con andador, o un sillón de ruedas, esperar que te abran la puerta. Es perder la independencia y la libertad, creo que eso ha sido lo más fuerte y la parte psicológica también es frustrante”, apuntó.
“Un hit & run debe ser castigado con cárcel”
Casanova Delgado, ha visto que se está normalizando este tipo de conducta por lo que considera con carácter de urgencia que se legisle enmendar la Ley de Tránsito para hacer más severas las penalidades en estos casos con una pena fija de prisión y así evitar que estos delitos queden impunes.
Según su análisis, cuando una persona opta por irse de una escena lo más probable es que esté bajo los efectos de bebidas embriagantes y le da oportunidad a entregarse posteriormente cuando esté sobrio con el fin de cualificar para cumplir la sentencia en libertad bajo probatoria.
“Una persona que comete este delito, primero, debe tener este conocimiento, porque esto es de conocimiento público, y si llamara a un abogado para asesorarse, la asesoría va a ser ‘no te entregues, vamos al otro día’, porque al otro día yo no tienes alcohol en la sangre y aunque te puedes declarar culpable, que es lo que yo creo que va a pasar en mi juicio, pues va a tener una probatoria, no va a ir a la cárcel”, sentenció Casanova Delgado.
Además, rememoró que se crean precedentes de casos que los conductores salen airosos.