Los alumnos de la Escuela Nemesio R. Canales I, ubicada en el caserío sanjuanero del mismo nombre, nunca se enteraron de que hace dos años el excapo Alexander Capó Carrillo, alias “Alex Trujillo”, se disculpó con ellos mediante carta por haber operado una empresa criminal a pasos de este centro educativo.

A la entonces directora del plantel, Doris Traverzo, le tomó por sorpresa que Alex Trujillo le dirigiera una carta a su persona en diciembre de 2011, pues ella no lo conocía ni trabajaba en esa escuela a principios de la pasada década, cuando él lideraba una empresa de narcotráfico dentro del residencial.

“Le estoy escribiendo esta carta para pedirle a usted personalmente que me perdone por mis acciones relacionadas con la conspiración de drogas localizadas en el área del sector escolar público por la cual usted es responsable”, lee parte del escrito del exprófugo, que fue acusado en el foro federal y se declaró culpable de conspirar para distribuir droga en Nemesio R. Canales entre junio de 2001 y marzo de 2003, usando armas de fuego y cerca de esta escuela.

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Él también le envió una misiva a los estudiantes, que son de kínder a tercer grado, donde les decía que “el propósito de mi carta es primero que nada poder pedirles perdón por la falta de respeto que cometí relacionada con la escuela en donde ustedes se encuentran hoy día”. Además, les recomendaba ponerse metas y seguir los consejos de sus padres y familiares que tengan valores “de más alta estima”.

En entrevista con Primera Hora, Traverzo recordó que no le contestó las cartas al confinado y que se limitó a divulgar parcialmente su contenido.

“Se dieron unas charlas sobre prevención del uso de drogas y se les llegó a orientar a los nenes de la historia de esta persona, pero no se les dijo quién era”, expresó Traverzo. Ya ella no trabaja en este centro docente, pero las cartas permanecen guardadas allí.

Por su corta edad, estos niños y niñas desconocen quién fue Alex Trujillo y el historial delictivo que lo convirtió en el hombre más buscado por las autoridades a principios de la pasada década. No quedan claras las razones por las que Alex Trujillo les escribió, más allá de la cercanía de sus puntos de distribución de narcóticos con la escuela o las manifestaciones de violencia asociadas a su operación que los ponían en riesgo.

En la carta a la directora, Capó Carrillo mencionó que “he aprendido que puedo aportar mi tiempo educando a los estudiantes acerca de las consecuencias que se pagan en el mundo del crimen”, como sugiriendo comunicaciones adicionales. No obstante, Primera Hora no pudo confirmar que haya circulado más cartas de este tipo.

Una disculpa que sí se hizo pública fue la que dirigió al “pueblo de Puerto Rico” el 12 de diciembre de 2011 y que publicaron varios medios de comunicación.