La fiscal Yolanda Pitino Acevedo de la región de Arecibo determinó que no se radicarán cargos criminales contra el hombre que se creía ahogado en la playa La Poza del Obispo del barrio Islote, en Arecibo, pero que fue hallado hoy escondido en una estructura abandonada.

“Se evaluó los elementos del artículo 239 (dar información falsa sobre un delito a la Policía) y artículo 238 (llamar al sistema de emergencias alegando que ocurrió una emergencia sabiendo que es falsa) del Código Penal y luego de evaluar la prueba se determinó no radicar ni contra el caballero ni contra su señora madre”, reveló la fiscal Pitino Acevedo en entrevista con Primera Hora.

Harold Carrión, Butter de 23 años, quedó en libertad y podría ser citado para una fecha posterior si surge otra evidencia. Este comentó a los medios de comunicación que necesita ayuda emocional y que se arrepentía de haberse ocultado.

“En todos los casos siempre existe esa posibilidad, puede ser que en un momento dado uno evalúe un caso y determine que no hay elementos para radicar y después surja prueba adicional y eso cambie o sustente la determinación del fiscal. En estos momentos con lo que tenemos no hay elementos para radicar”, se reafirmó Pitino Acevedo.

Una llamada confidencial que se recibió durante la mañana de hoy alertó al Negociado de la Policía de Puerto Rico que el joven se ocultaba en una estructura abandonada en un parque público de la urbanización García de ese municipio.

Esta es la misma comunidad donde reside su progenitora Justinita Butter Torres, quien lo reportó desaparecido a las 7:45 p.m. del martes.

“La confidencia la recibió el Precinto de Arecibo, que él se encontraba de camino a una estructura abandonado en un parque público aquí en Arecibo, llegaron hasta allí y sí dieron con esta persona. Estaba en condiciones normales, se veía un poco cansado, pero normal”, detalló el teniente Manuel Díaz, comandante auxiliar interino del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Arecibo, quien aseguró que la pesquisa continuará.

Como parte de las gestiones investigativas establecieron una cadena de eventos desde que se recibió la llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1 hasta que lo encontraron. El análisis de los teléfonos celulares tardaría tiempo ya que deben ser adquiridos mediante órdenes del tribunal.

Se estima que la movilización de recursos estatales, municipales y federales para su búsqueda terrestre, marítima y aérea, costó alrededor de $1.2 millones.

De acuerdo con el testimonio inicial, el martes, su progenitora lo vio caminando hacia un área rocosa y le advirtió que debido al fuerte oleaje que no se lanzara al agua, no obstante, lo perdió de vista y no lo encontró por lo que creyó que fue arrastrado por las corrientes marinas.

Desde ese momento los rescatistas de los Negociados de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres y de Fuerzas Unidas de Rápida Acción, unidades municipales y la Guardia Costanera, mantuvieron una búsqueda constante del hombre. Solo hallaron su camisa.

Se alega que el individuo estaba atribulado porque había sido citado por las autoridades al día siguiente de su desaparición, con relación a una querella por violencia de género en su contra.

El teniente dijo que estaba citado el miércoles al tribunal para una extensión de una orden de protección por violencia doméstica y había renunciado a la vista preliminar en un caso por violación a la Ley de Sustancias Controladas.