La directora del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), Brenda León, destacó este lunes, que el hecho de que se le hayan leído las advertencias a uno de los jóvenes que acompañaba a Karla Michelle Avilés Rosado, la joven muerta presuntamente a manos de la Policía durante una persecución la madrugada del domingo en Naranjito, “no necesariamente” significa que sea considerado sospechoso del incidente.

El fiscal Gustavo Vélez no le leyó los derechos a los policías, confirmó un portavoz del Departamento de Justicia a este medio.

En un aparte en el Departamento de Justicia con miembros de la prensa, León rechazó ofrecer mayores datos sobre la versión que han ofrecido los siete policías ni el propio Félix Marrero Zayas, quien fue entrevistado inicialmente ayer y dejado en libertad. Félix y su hermano Felipe, quien también viajaba en la guagua Toyota 4Runner en la que murió Karla Michelle, acudieron hoy junto a su abogado James Reyes Figueroa a la sede del NIE, para ser entrevistados sobre el incidente en que la joven de 23 años perdió la vida a la 1:30 a.m., pero, por conflictos con el calendario, la entrevista se pospuso para el miércoles.

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“Lo que ocurrió fue una intervención de la Policía con estos tres jóvenes y a raíz de esa intervención es que fallece Karla Michelle”, indicó León.

La jefa del NIE precisó que varias versiones apuntan a que algunos de los siete agentes cuyas armas fueron ocupadas sí abrieron fuego contra el vehículo en que se encontraba el trío, pero fue enfática al indicar que se desconoce si alguno de esos disparos fue el que le quitó la vida a la estudiante universitaria y madre de una niña de 3 años.

Tampoco indicó si los agentes alegan que dispararon luego de que algún ocupante de la guagua Toyota 4Runner intervenida abriera fuego. Este medio supo el domingo que esa es la alegación de los policías.

Un portavoz de Justicia indicó que el fiscal Vélez no le leyó los derechos a los agentes ya que se trataba "de una entrevista inicial para recopilar información".

León tampoco pudo precisar si se encontraron orificios de bala en la patrulla o en las inmediaciones de la escena, que demostraran que alguien atacó a tiros a los agentes.

Este medio solicitó este lunes en la tarde información sobre la autopsia a la joven y la cantidad de vehículos enviados al Instituto de Ciencias Forenses (ICF). Inicialmente, se indicó que la única persona herida era la joven muerta y que el ICF solo se había llevado de la escena un vehículo.

Una fuente policiaca indicó que la joven recibió un disparo en la cabeza o cuello.

La portavoz del ICF, Patricia Vélez, se limitó a indicar en la tarde que se completó la autopsia de Avilés Rosado y que la misma fue hecha por el patólogo Javier Serrano.

Vélez indicó que no se revelará información sobre las heridas que presentaba la joven.

Aclaró que por lo pronto se ha recibido en el ICF un vehículo para ser examinado, la guagua Toyota 4Runner.

Pruebas periciales también demostrarán a qué distancia la joven recibió el disparo y ayudarán a determinar si alguno de los hermanos abrió fuego en su contra.

León no quiso contestar si algún agente indicó a qué distancia se encontraban algunas de las patrullas de la guagua intervenida inicialmente por una supuesta infracción de tránsito en un estacionamiento que comparten una cooperativa y un McDonald's en la carretera PR-152.

Ese dato podría fortalecer o debilitar la versión de que alguien en la guagua hizo disparos sin herir a nadie o provocar daño a vehículos o estructuras.

La fiscal insistió en describir a los hermanos Marrero Zayas como “testigos”, aunque a Félix se le leyeron las advertencias.

“El joven (Félix) está declarando voluntariamente. Todos en ese vehículo han estado en la posición de cooperar”, respondió.

En un breve encuentro con este medio el domingo, Félix alegó que en ningún momento disparó y describió a Karla Michelle como una amiga de la infancia. Incluso responsabilizó por su muerte a los policías.

Miembros de su familia han dicho que fue Félix quien llamó al sistema de emergencias 9-1-1 para notificar sobre el incidente.

En la guagua que manejaba no se encontraron casquillos o armas, pero tras la ráfaga de disparos el joven huyó en el auto hasta detenerse unos 500 metros más adelante. Cuando la Policía llegó al vehículo, ya Felipe no estaba y Félix fue detenido con la ropa ensangrentada, supo este medio.

Esa ropa fue ocupada, dijo León, quien no quiso precisar si tenía sangre.

En cuanto a los policías, la jefa del NIE alegó desconocer si el fiscal del caso, Gustavo Vélez, les leyó las advertencias el domingo al entrevistarlos en el cuartel de Cedro Arriba, en Naranjito. En el grupo hay tres policías auxiliares (voluntarios).

Entre las gestiones que faltan por hacer en este caso se encuentran entregar las órdenes judiciales para ocupar vídeos de seguridad en la zona.