Niños y adolescentes, en su mayoría socios de los capítulos de la Liga Atlética Policíaca (LAP), ocuparon hoy durante varias horas los puestos simbólicos del alto liderato del Negociado de la Policía de Puerto Rico, aprendiendo sobre la importancia de esas profesiones para nuestra sociedad.

La reunión, que se llevó a cabo en el Salón de Conferencias y Reuniones VIP del Cuartel General en Hato Rey, en la que participaron 18 menores de edad, fue organizada con motivo de la conmemoración de los 81 años de la LAP.

Este es un programa de índole preventivo que los involucra en los deportes, actividades recreativas, culturales, sociales y educativas para mantenerlos ocupados en su tiempo libre, evitando que incurran en conductas antisociales y delictivas.

El comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López Figueroa, fue personificado por Nesdiel Rivera Santana, de 13 años, estudiante de la Escuela Especializada en Teatro José Julián Acosta, en San Juan.

El adolescente, con su elocuencia innata, vestido con gabán y corbata, y quien aspira a convertirse en alcalde de San Juan en un futuro para disipar la imagen negativa de los políticos, describió la experiencia como una “increíble”.

“Súper increíble. Fue un honor estar ahí y representar al comisionado. (Quisiera) que sigan pasando más cosas como estas, que nos den más oportunidades para los jóvenes para seguir aprendiendo esas cosas que tengan que ver con la Policía, saber expresarnos”, comentó el ganador del premio de mejor actor en la más reciente competencia de “Combate Teatral”.

López Figueroa convocó a una reunión de staff para que los niños pudieran conocer ese aspecto de su labor, mientras que el payaso Pollinín los invitó a presentarse y a expresar su opinión sobre el “bullying” o acoso.

“Es malo para los niños”, respondió Valentina Santos Jusino, de 5 años, quien se convirtió en directora de la oficina de prensa, que dirige el sargento Axel Valencia, mientras que otros participantes rechazaron ese tipo de conducta.

Luego de compartir unos refrigerios, los oficiales y los directores de las diferentes divisiones se dedicaron íntegramente al menor, asignado a sustituirlo, le mostraron su oficina y le explicaron cómo se realiza su trabajo diario.

Algunos, al finalizar su “jornada”, fueron invitados a almorzar junto a sus padres y acompañates.