Negociadores de la Policía: entregados de corazón para salvar vidas
El capitán Raúl Negrón Caldero reitera que la función clave de estos agentes es tener empatía con el prójimo.
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“Soy Raúl y estoy aquí para ayudarte”.
Con esa frase concisa, un negociador de rehenes o en situaciones de crisis hace su acercamiento a una persona que se encuentre atrincherada. El tono y las palabras utilizadas intentarán disminuir gradualmente la intensidad de su estado emocional hasta alcanzar su lado racional para que deponga su actitud, lo cual no es la norma.
Este grupo elite del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), que se activa junto a la Unidad Especializada de S.W.A.T., no usa rangos, apellidos o títulos; no son psicólogos, aunque utilizan algunas de sus técnicas; y no hablan de religión ni de política. Solo persigue su objetivo de salvar vidas.
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Su característica primordial es la empatía hacia el prójimo, tener un espíritu de bondad y de servicio, para crear una confianza que abra un diálogo franco utilizando su nombre de pila, sin su uniforme, vistiendo con ropa casual y un abrigo color caqui, que es un color neutral, con la palabra negociador en la parte derecha frontal y en la espalda.
Primera Hora presenció un ejercicio de toma de rehén en un incidente de violencia doméstica que, de manera hipotética, ocurrió a eso de las 11:00 a.m. de un martes en una residencia en Aguas Buenas. En esta ocasión, se logró que el individuo se alejara del arma de fuego que portaba, liberara a la rehén y que accediera a salir para ser arrestado.
“El primer paso es contactar a las personas que están involucradas en este incidente, preguntarles, sobre todo, si se encuentran bien, ¿cómo podemos ayudarles? Lo que queremos es ayudar a estas personas a solucionar esto pacíficamente y que todos regresemos bien a las casas, principalmente esa persona que se encuentre en ese momento particular en una crisis”, detalló el capitán Raúl Negrón Caldero, coordinador de Negociadores de Rehenes y Situaciones en Crisis.
Estas intervenciones no se hacen con prisa, particularmente cuando se trata de una persona que está alterada, armada, tiene rehenes y está fuera de la realidad.
Por ello, todo es coordinado con miras a resolver el conflicto que genera la situación, ya sea con diálogo o la mediación con el captor, o a través de cualquier otro recurso pacífico que resuelva la situación, como se les ha adiestrado y certificado.
Hay casos que se resuelven de manera sencilla, solucionándose en cuestión de minutos, como ocurrió en uno que atendió Negrón Caldero, cuando se acercó a un joven que amenazaba con lanzarse de un estacionamiento. El individuo le gritó que no lo hiciera, pero el oficial le dijo que antes de cometer el acto le permitiera darle un abrazo. Al hacerlo, el joven perdió las fuerzas y cayó de rodillas.
Pero también ocurren situaciones complicadas, como cuando las horas pueden convertirse en días, hasta que no resta otra acción que S.W.A.T. haga una extracción o, como último recurso, se neutralice al captor.
¿Cómo lo hacen?
La diversidad de los escenarios es proporcional a la cantidad de gente que vive en Puerto Rico; no hay una situación similar a otra, todos los casos son complejos y es fundamental que los miembros del equipo unificado cumplan con la misión para brindar apoyo al negociador.
Antes de llegar a la escena, se recopila información sobre datos generales y específicos de la persona, los cuales se le van pasando a los negociadores, ya que una vez se entabla el diálogo mediante altoparlante, se le entrega un estuche con un teléfono para dialogar directamente, mientras siguen las indagaciones para establecer un perfil.
El capitán Negrón Caldero enfatizó que, contrario a otros lugares del mundo, la técnica conocida como “face to face” (cara a cara), a pesar de que no es la más indicada, porque es peligrosa, es la preferida en la isla ya que siempre el individuo pide ver a la persona con la que se comunican, lo que resulta efectivo para su plan.
No obstante, opinó que no hay situaciones más simples que otras.
“Existen escenarios a los que vamos con la mejor voluntad del mundo para resolverlos y hay que trabajarlo; y los negociadores dejamos nuestra alma, espíritu y corazón en resolver ese asunto, en ayudar a esa persona para solucionarlo de una manera pacífica”.
“En ese momento, la persona lo que ve es un túnel oscuro donde no hay salida. Nosotros estamos ahí para darle distintas salidas, distintas alternativas, tratar de bajarlo de esa parte emocional a una racional, para que pueda entender lo que está pasando, que entienda que lo vamos a ayudar”, sostuvo el capitán.
No existe una palabra mágica o una técnica para resolver estos casos y el tiempo es siempre su aliado. Los negociadores intentan cargar siempre con algo que pudiera pedirle el captor, como por ejemplo cigarrillos o encendedores, técnica que les ayuda a compenetrarse.
“Esto es un equipo de trabajo con muchas ansias de escuchar. No es lo que hablemos, nuestra habilidad mayor es escuchar a esa persona que tiene dolor, identificarlo para poderlo ayudar. No hay negociación perfecta, no hay negociación fácil”, aseguró.
Cuando ocurren circunstancias en las que a pesar de que utilizan todas sus técnicas y herramientas, el resultado es fatal y la persona termina privándose de la vida o haciendo daño a otros, en esos amargos momentos tienen que comprender que no fue por su causa sino, por decisión del individuo.
Cuando nos salen las cosas bien
Los negociadores también reciben asistencia para el manejo de estas emociones, explicó el coordinador.
“No estamos hablando de un mundo perfecto, una vez esto surge (desenlace fatal), se le ofrece ayuda (al agente) en el Departamento de Sicología del Negociado de la Policía. Nos reunimos para ventilar qué fue lo que sucedió y algo que tenemos claro los negociadores es que son decisiones que tomó la persona; nosotros hicimos todo lo que está en nuestras manos para solucionarlo”, acotó.
Negrón Caldero no ha estado exento de pasar por ese golpe emocional, “me ha ocurrido y son eventos dolorosos, te desgastan emocionalmente porque uno piensa que los puedes salvar a todos y te da un sentido de pérdida y un dolor en el corazón inmenso”.
El capitán, quien lleva realizando la labor de negociador desde el 2008, afirmó que están bien preparados en esta área, aun cuando se trata de un paciente mental.
Algunas crisis pueden ser ocasionadas por situaciones familiares, despidos del trabajo, desilusiones amorosas, problemas de parejas, condiciones de salud y otras que detonan debido a una carga emocional mayor.
Los días festivos, como el Día de San Valentín, los días de las madres y padres, Acción de Gracias y Navidad, también exacerban las emociones desembocando en crisis.
Alza en casos
Las 13 áreas policíacas tienen coordinadores de negociadores comprometidos para movilizarse a la escena, sin importar la hora, la fecha, el lugar.
Se ha observado un aumento en los casos desde la pandemia del covid-19, comentó, por su parte, la coordinadora del área de Carolina, Vanessa Lasanta.
“Fueron bastantes, puedo decir que se multiplicaron. Se lleva día a día (las estadísticas). Hay veces que pasan semanas y no ocurre nada, pero sí se ha incrementado”, señaló.
Por su parte, el director de la Unidad S.W.A.T., el teniente Josymael Lassalle Román, aclaró que su función no debe ser vista como una represiva, ya que el norte es salvar vidas.
“Nosotros tenemos equipo especializado, agentes altamente entrenados, precisamente, para maximizar la probabilidad de sobrevivencia, tanto de los compañeros, de las víctimas, como las de personas que los están reteniendo”, puntualizó Lassalle Román, quien como líder escucha el desarrollo de las negociaciones para darle instrucciones directas al personal.
Asimismo, clarificó que mantienen un temperamento calmado y no agresivo, ya que esto es fundamental para el trabajo en equipo y lograr un óptimo desempeño.