Desde hoy compartimos varias historias enmarcadas en el Día Internacional de la Mujer

Hace más de 30 años, los jueces las enviaban a buscar fiscales capacitados, los abogados las trataban como “la nena fiscal” y sus jefes no las ponían a cargo de casos de alto perfil contra gatilleros, ni perpetradores de matanzas.

Ya para el 2009, Puerto Rico comenzaba a dar pasos de cambio y tres fiscales mujeres figuraban como jefas de distrito.

En el 2024, son las féminas quienes dominan la imposición de la justicia en el país, con un campo de un 64%. Además, se tiene una jefa de los fiscales y siete de las 13 Fiscalías son lideradas por mujeres.

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Apasionadas, sensibles, comprometidas, intensas y fajonas. Así se describió un grupo de estas abogadas que se han abierto paso hasta liderar el Ministerio Público desde el Departamento de Justicia. Lo lograron a base de sacrificios y de convertirse, entre ellas, en mentoras.

“Dentro del sistema de justicia, nosotras hacemos la función más completa como abogada… Desde la investigación hasta la etapa apelativa. Fíjate que nos hemos querido apoderar, como mujeres, de controlar todo ese sistema de justicia y creo que lo hemos hecho de una manera exitosa, porque por eso hoy superamos la cantidad de hombres”, hizo constar Blanca Portela Martínez, fiscal a cargo del distrito de Mayagüez.

“Lo que nosotras hemos ido haciendo como fiscales y como mujeres, les han abierto puertas a otras mujeres. Nos han visto, hemos sido un espejo", expresó Blanca Portela Martínez, fiscal a cargo del distrito de Mayagüez.
“Lo que nosotras hemos ido haciendo como fiscales y como mujeres, les han abierto puertas a otras mujeres. Nos han visto, hemos sido un espejo", expresó Blanca Portela Martínez, fiscal a cargo del distrito de Mayagüez. (Xavier Araújo)

Fue mucho trabajo y empeño el que han puesto las mujeres a lo largo de los años para lograr que hoy día, de los 415 fiscales auxiliares y de distrito que tiene Justicia, unas 266 sean féminas. Pero, este panorama no se aleja a la realidad social de hoy en día, hizo contar la jefa de los fiscales, Jessika Correa González.

“Yo creo que hay una tendencia, que es a nivel de todos los tipos de carreras. Si usted va a las escuelas de derecho ahora mismo, la inmensa mayoría (de los estudiantes) son mujeres. Así que esa tendencia se va a transmitir en los lugares de trabajo. Como le digo, ahora mismo el 64% somos fiscales mujeres… Así que la tendencia se da, a que somos más las que estamos estudiando, somos las más que estamos (disponibles), así que somos las más que vamos a ocupar las carreras (profesionales) ahora mismo”, explicó.

Pese al dominio femenino, Correa no ve una competencia entre los fiscales que salen todos los días a la calle a investigar incidencias criminales y a defender al pueblo de Puerto Rico.

No es cuestión de quién es mejor o no es mejor. La responsabilidad no es cuestión se sexo, es cuestión de principios, de valores, y nosotros contamos con un Ministerio Público que son responsables, ya sean varones o sean mujeres, y dan la milla extra”, sostuvo Correa González.

Lo que sí destacó la funcionaria es que, entre todas las fiscales, hay mujeres que inspiran y que han luchado por años por el espacio de poder que hoy tienen frente a los tribunales y en la defensa del pueblo.

Entre el grupo está la subjefa de fiscales, Lissette Sánchez Vázquez, quien comenzó en el cargo en el 1991 en la Fiscalía de San Juan. Para esa época, indicó, eran muy pocas las mujeres que tenía el sistema. Destacó que dos de sus mentoras lo eran para aquel tiempo las fiscales Sandra Hill y Ana Paulina Cruz.

Destacó que en sus inicios vivió ese “machismo, en algunos casos no disimulado, en otros casos un poco disimulado”.

“La nena” y “chamaquita” fueron algunos sobrenombres que llegó a escuchar de sus compañeros en corte abierta.

Dijo que “poco a poco, pues las mujeres tenían que darse a respetar y competir, en un mundo que era predominantemente masculino. Yo creo que quizás, porque teníamos esa presión, de hacernos valer y demostrar la capacidad, o sea que las mujeres teníamos la capacidad de hacerlo igual, verdad, como cualquier otra persona, fue que prosperamos. Aquí no se trataba ya de una cuestión de sexo y sí de demostrar que teníamos la capacidad”.

De izquierda a derecha: La subjefa de fiscales, Lizette Sánchez Vázquez; la fiscal de distrito de Ponce, Marjorie Gierbolini Gierbolini; la fiscal de distrito de Mayagüez, Blanca Portela Martínez; la fiscal de distrito de Bayamón, Melissa Vázquez Sandoval; la fiscal de distrito de Carolina, Aracelis Pérez Correa; el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández; la jefa de los fiscales, Jessika Correa González; la fiscal de distrito de San Juan interina, María Hernández Medina; la fiscal de distrito de Caguas, Arlene Gardón Rivera; la fiscal de distrito de Aguadilla interina, Belinda Brignoni Hernández; fiscal de distrito, Phoebe Isales Forsythe y la fiscal de distrito de Arecibo interina, Evelyn Trinidad Martell.
De izquierda a derecha: La subjefa de fiscales, Lizette Sánchez Vázquez; la fiscal de distrito de Ponce, Marjorie Gierbolini Gierbolini; la fiscal de distrito de Mayagüez, Blanca Portela Martínez; la fiscal de distrito de Bayamón, Melissa Vázquez Sandoval; la fiscal de distrito de Carolina, Aracelis Pérez Correa; el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández; la jefa de los fiscales, Jessika Correa González; la fiscal de distrito de San Juan interina, María Hernández Medina; la fiscal de distrito de Caguas, Arlene Gardón Rivera; la fiscal de distrito de Aguadilla interina, Belinda Brignoni Hernández; fiscal de distrito, Phoebe Isales Forsythe y la fiscal de distrito de Arecibo interina, Evelyn Trinidad Martell. (Xavier Araújo)

El reto fue aceptado. Esto llevó a que hoy las mujeres atienden casos de alto perfil en los tribunales todos los días. Ahora, se ha tornado en un hecho común.

La mujer también se abrió paso de lideratos en el sistema, por su capacidad organizativa y la sensibilidad que atienden casos en el que, por ejemplo, las víctimas son vulnerables, como los menores de edad.

Según contó la fiscal 4, Carmen Iris Ortiz Rodríguez, ha sido el instinto materno y la organización que tuvieron que desarrollar para, más allá de desempeñarse como fiscales, tener una vida familiar, lo que les ha ayudado a encaminarse con éxito en la profesión.

“Lo que nosotras hemos ido haciendo como fiscales y como mujeres, les han abierto puertas a otras mujeres. Nos han visto, hemos sido un espejo. Ellas han visto el tipo de trabajo que nosotros hemos hecho y nos ven quizás como unas figuras a seguir, a modelar. Quieren hacer lo que nosotros hemos hecho. Quieren lograr llegar a lo que nosotros hemos hecho. Que nos hemos equiparado en un trabajo de hombres. No nos quedamos haciendo el trabajo que, tradicionalmente, se escogía para las mujeres. Buscamos y escogimos un trabajo que era el que, supuestamente, estaba dirigido por hombres y ahora nos hemos querido quedar con el puesto… y hacerlo propio. Hacerlo igual de bien que ellos. Porque en ningún momento yo quisiera nunca tratarlo de una manera peyorativa y decir que nosotras lo vamos a hacer mejor. No se trata de hacerlo mejor. Se trata de hacerlo igual de bien. Que todos hagamos el trabajo igual de bien”, resumió Portela Martínez.

Este trabajo labrado por años debe llenar de orgullo al pueblo, a juicio de la Arlene Gardón Rivera, a cargo de la Fiscalía de Caguas.

“Se deben sentir bastante orgulloso de contar con mujeres trabajadoras, responsables, que comparten esa vida diaria de ser mujer, ser esposa, ser mamá, con ser fiscales, y dar el 100% para representar al pueblo de Puerto Rico, a las víctimas de delitos”, especificó.

Tal orgullo lo hizo constar el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli. Destacó la eficiencia y dedicación que han tenido las fiscales en el Ministerio Público como marco al Día Internacional de la Mujer.

Dijo que es importante constar con la marcada presencia femenina, ya que “tienes personas que van a tener, por ejemplo, muchas veces una empatía mayor con las víctimas de violencia, así como son personas que están acostumbradas a ver con niños o niñas y conocen el dolor del país, mejor que muchas veces el hombre, porque la mujer es más sensible que el hombre”.