Guayama.- Confiaba en la Policía. Siempre había aprendido que ese cuerpo estaba para proteger a los ciudadanos. Y con esa confianza fue que abordó una patrulla para llegar a su hogar sin imaginar que precisamente un uniformado, que representaba esa figura de respeto y seguridad, terminaría violándola.

Éste es el caso de Lillian Esther Rodríguez Rivera, quien narró a Primera Hora que el pasado 3 de abril un sargento de la Policía estatal en el área de Guayama supuestamente le dio pon hasta su hogar, donde ella asegura que el agente la sodomizó. Desde ese momento el oficial fue desarmado y enviado de vacaciones y espera por la investigación de rigor, la cual, de probarse, redundaría en cargos criminales y acciones administrativas.

La mujer recordó compungida (puede ver el impactante testimonio en www.primerahora.com) que esa madrugada acudió a un negocio de Guayama a ver una pelea de boxeo, luego fue a la casa de una amiga, donde compartieron con varias amistades e ingirió algunas cervezas. Cerca de las 4:00 de la mañana, y como no le gusta guiar cuando toma alcohol, decidió caminar hasta su hogar en la urbanización Valles de Guayama.

“Cuando iba caminando, se detiene una patrulla y el policía me preguntó que si lo recordaba y me ofreció pon”, expresó la mujer.

Ésta comentó que el sargento sabía dónde quedaba su casa, porque en una ocasión había acudido a atender una querella de violencia doméstica contra el ex compañero de Rodríguez Rivera.

Mencionó que, una vez en su residencia, escuchó que el policía apagó la patrulla, pero que no prestó atención y no fue hasta que estaba dentro de la vivienda que se percató de que el sargento estaba en el interior de la vivienda.

“Él me obligó a quitarme los pantalones, me mandaba a callar y me decía que yo siempre le había gustado”, comentó llorando la perjudicada. Recordó que, una vez el hombre concluyó el presunto acto de violación, le preguntó dónde era la cocina para ir a limpiarse con unas servilletas que luego tiró en una bolsa de basura.

Expresó que, horas más tarde, acudió al hospital San Lucas, de Guayama, siguiendo las instrucciones que le habían dado por el sistema de emergencias 9-1-1, hasta donde llegó la Policía para hacer la querella de rigor.

La mujer criticó que la agente que atendía la querella le preguntara si “eso lo había hecho su compañero”, refiriéndose a su pareja.

La respuesta de Lillian Esther fue: “Ojalá hubiese sido él”.

“Esta situación me ha destruido, tengo depresión y ha afectado a mi hija de 12 años”, indicó Rodríguez Rivera, quien aceptó que le perdió por completo la confianza a la Policía.

A preguntas de Primera Hora de por qué quiso contar su historia, la mujer dijo que quiere ayudar a otras posibles víctimas que estén sufriendo lo mismo que ella y que no tienen el valor para denunciar a sus agresores.

“Sólo pido a las autoridades que tomen acción pronto y no permitan que este policía no pague por lo que cometió”, reclamó la mujer.

Pendiente a la radicación de cargos

El director de la región policiaca de Guayama, teniente Miguel Colón March, informó a Primera Hora que el proceso de radicación de cargos contra el presunto agresor se ha retrasado porque están a la espera de los resultados de las pruebas de ADN que se ordenaron. Además, la fiscalía ordenó otras pruebas.

“Estamos cooperando con fiscalía, pero tratamos de no meternos en el caso para que no piensen que estamos cubriendo al oficial”, dijo Colón March.

Éste aseguró que su posición desde un principio ha sido que, tan pronto se encuentre causa contra el sargento, su suspensión de la Policía se dará de manera sumaria.

Confirmó que desde que surgieron las acusaciones de Rodríguez Rivera, el sargento del distrito policiaco fue desarmado, se encuentra de vacaciones y es investigado a nivel criminal y administrativo.

El jefe de la Policía de Guayama reiteró que el superintendente José Figueroa Sancha no tolera ese tipo de conducta en sus oficiales y se castigará a todo el que viole la ley.

Por otro lado, el fiscal Radamés Vega, quien está a cargo de la investigación, expresó que esperan por los resultados de unas pruebas que son parte de la pesquisa.

“No podemos revelar en qué consisten esas pruebas”, dijo el fiscal, quien agregó que la querellante fue entrevistada y que, una vez tengan la prueba necesaria, determinarán si radican los cargos contra el sargento.

¿Para cuándo podrían estar radicando cargos?

Es posible que ocurra, pero aún no podemos determinar cuándo.

Primera Hora intentó contactar al policía acusado, pero fue imposible localizarlo a través de sus supervisores.