El agente Juan Rosado López, de 45 años y adscrito a la División de Autopistas de Caguas, se convirtió hoy en el séptimo policía que muere tras contagiarse con el virus que produce el COVID-19.

Rosado López murió en el Hospital Menonita de Caguas donde llevaba varios días recluido, confirmó Axel Valencia, director de la Oficina de Prensa del Negociado de la Policía.

El policía llevaba 23 años laborado en la Policía.

El 24 de enero, falleció por las mismas causas el teniente Juan Rivera Padua, de 53 años, quien era el encargado de la Unidad Motorizada de la Zona de San Juan.

El 4 de noviembre, murió el comandante del distrito de Río Grande, teniente Roberto Rodríguez Hernández, quien sirvió en la Policía por más de 33 años y el día 13, el sargento Juan Ramírez Padilla, quien trabajaba junto a él.

El deceso de la agente Mayra E. Rodríguez Burgado, de 53 años, adscrita a la Oficina de Fuerzas Conjuntas, fue reportado el 31 de agosto.

El 15 de mayo se dio a conocer la muerte del sargento José García Vázquez, de 51 años, en la Unidad de Intensivo en el Hospital La Concepción en San Germán, quien estaba adscrito al distrito de Yauco, mientras recibía tratamiento para el Covid-19.

Mientras, que el 24 de abril el agente Miguel Martínez Ortiz, de 56 años, quien laboró durante 28 años en la Uniformada y al igual que Rodríguez Burgado, estaba adscrito también a la Oficina de Operaciones Conjuntas, falleció en el Hospital Auxilio Mutuo.

Al presente 137 agentes están contagiados con el virus del COVID-19 y 161 permanecen en cuarentena preventiva. No hay cuarteles cerrados.