Un incidente entre un agente asignado al cuartel de la calle Loíza en Santurce y vecinos del caserío Luis Lloréns Torres provocó este viernes al mediodía, un corre y corre que incluyó la movilización de unidades del SWAT y del helicóptero de la Policía.

El comandante Israel Vázquez, del área policiaca de San Juan, informó que un hombre fue detenido con relación a estos hechos. Otras personas presuntamente involucrados fueron buscados durante cuatro horas, pero no se dio con ellos.

Esta situación está relacionada con lo ocurrido en Llorens Torres la noche del pasado martes, cuando el agente Carlos Pérez Rosado hirió de bala en el ojo derecho y la pierna izquierda a Anthony Estrada Pagán, un vecino del complejo que presuntamente le apuntó con un arma de fuego.

Ese día, Pérez Rosado sufrió una herida abierta en la cabeza, mientras Estrada Pagán quedó recluido en condición de cuidado en el Centro Médico de Río Piedras.

El director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) del área de San Juan, capitán José Rosario Polanco, declaró que luego de evaluar la prueba se concluyó que la intervención y el uso del arma de reglamento  fue justificada.

 El comandante Vázquez relató que a eso del mediodía de este viernes, Pérez Rosado acudió al cuartel de la calle Loíza, a donde está adscrito, para entregar unos papeles. No ha vuelto a trabajar porque se encuentra recibiendo tratamiento en el Fondo del Seguro del Estado.

 En ese momento, a través de una verja de alambre eslabonado (cyclone fence) que separa al cuartel del residencial, unos hombres increparon al agente. Residentes de Llorens Torres alegaron que Pérez Rosado les había hecho burlas.

“Los individuos amenazaron a uno de mis agentes con agredirlo y quitarle la vida”, afirmó Vázquez, quien a preguntas de este medio confirmó que se refería a Pérez Rosado.

El oficial señaló que Pérez Rosado entró al cuartel y les notificó a sus compañeros lo sucedido. Paralelamente, los individuos que estaban afuera supuestamente lanzaron piedras contra la estructura e hicieron múltiples detonaciones con arma de fuego.

Cuando los policías salieron para arrestarlos, huyeron.

Vázquez dijo que los habían ubicado en el edificio 102 del complejo de vivienda y que solicitaron una orden de allanamiento para entrar, pero posteriormente confirmó que la gestión quedó sin efecto. No precisó qué se hará para dar con estas personas.

Denuncia brutalidad policiaca

Como abuso policíaco catalogó Minerva Pagán el incidente en el que su hijo, Anthony Estrada Pagán, recibió dos disparos, incluyendo uno que le costó el ojo derecho, el pasado martes en Llorens Torres.

La mujer alega que el policía Pérez Rosado le disparó a su hijo cuando el estaba tirado en el suelo, y que no fue hasta que personas del caserío intervinieron que permitió que se llevaran al joven a recibir asistencia médica.

“Según me informan Anthony iba caminando por el residencial con otras personas cuando se está metiendo por entre los edificios 93 y 94... ahí viene el policía Pérez y le dice 'parate ahí cabrón'. Ahí Anthony hizo un gesto de mirar para atrás y dice qué te pasa y siguió caminando. Ahí viene el policía Pérez y le dispara”, relató la mujer de lo que le contaron sus vecinos.

 Según Pagán, cuando su hijo escuchó el primer disparo se echó a correr.

 “El segundo (tiro) fue cuando mi hijo vira la cara para ver lo que estaba pasando detrás de él. Ahí lo coge en el ojo derecho. Lo perdió. Mi hijo cae a la grama, se tira y se aguanta el ojo. Cuando está tira’o que va levantando la pierna como para acomodarse ahí llega Pérez y le tira el tiro en la pierna. Fue un tiro de contacto que le entró y salió por el talón izquierdo”, agregó.

La mujer, quien se negó a contestar si su hijo ha tenido problemas con la ley previo al incidente del martes, basa su versión en lo que la gente le ha contado y lo que le relató su hijo.

 “Cuando mi hijo estaba tirado en el piso, él le pone la pierna, con su bota, en la espalda para paralizarlo y lo empujó para que no se parara... Cuando la gente ve que estaba vivo, empezaron a gritar que se lo llevaran y él (Pérez) dijo que no. Ahí una mujer policía se mete y le dice ‘chico, ¿tú no tienes hijos? Deja que se lo lleven’”, relató.

Aunque asegura que fue abuso policíaco y negó que el arma ocupada fuera de su hijo, en esencia no puede decirlo categóricamente porque no presenció el incidente. Además, aseguró que no ha hablado de la procedencia del arma con su hijo.

“Yo no he hablado nada de eso con él”, contestó cuando se le preguntó sobre la pistola Glock calibre .40 con un cargador con 22 balas que la Policía alega haberle ocupado al herido.

Pagán negó que su hijo aceptara que el arma, que figuraba robada en Carolina, fuera suya.

 “Mentira porque Anthony no ha declarado”, dijo. “Cuando todo el mundo se recogió, cuando se lo llevan a él (Anthony), ahí es que aparece el arma”, añadió.

¿Y cómo puede estar segura de que el arma no la cargaba su hijo si dice que no ha hablado con él al respecto?

 “Hay gente que vio que él no sacó arma ninguna y que él no disparó a los guardias. Los únicos disparos que se escucharon fueron los que salieron de la pistola del agente Pérez”, aseguró la madre.

Estrada Pagán se encuentra recibiendo atención en el Centro Médico y está a la espera de una cirugía reconstructiva para el área del ojo. Será acusado de violación a la Ley de Armas, entre otros delitos.

 Entretanto, Pagán aseguró que el motín que se formó este viernes en el caserío Llorens Tores fue a causa del incidente con su hijo.

La mujer relató que se le había dicho a los miembros de la comunidad que el agente Pérez Rosado sería sacado del cuartel de la calle Loíza, pero que comoquiera llegó allí. Y no conforme con eso, aseguró la mujer, el agente se asomó hacia el caserío y comenzó a burlarse de los residentes.