El segundo sospechoso de asesinar al maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo en Cayey durante la mañana del domingo 3 de diciembre, pasó la noche en la cárcel de Bayamón luego que no prestara la fianza de $1,350,000 que le impuso el tribunal el miércoles por este crimen.

Miguel A. Rivera Colón, de 32 años y residente en Patillas, fue imputado por los delitos de asesinato en primer grado, tentativa de asesinato, maltrato a persona de edad avanzada, tentativa de robo, riesgo a la seguridad pública al disparar un arma de fuego, destrucción de evidencia, portación y uso de armas de fuego sin licencia, y apuntar y disparar armas de fuego.

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Miguel A. Rivera Colón, sospechoso de asesinar al maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo el 3 de diciembre de 2023 en Cayey.
Miguel A. Rivera Colón, sospechoso de asesinar al maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo el 3 de diciembre de 2023 en Cayey. (Suministrada)

La fiscal Dalinés Hernández presentó el caso ante la jueza Sonya Nieves Cordero, del Tribunal de Caguas, quien determinó causa para arresto y le impuso la millonaria fianza. La vista preliminar fue pautada para el próximo 21 de febrero.

El otro sospechoso, Jairo Rivera Rodríguez, fue imputado por el asesinato de Alicea Arroyo el pasado 8 de diciembre. A este se le impuso una fianza de $2 millones por los delitos de asesinato, tentativa de asesinato, tentativa de robo y violación a la Ley de Armas. Testigos identificaron en una rueda de confrontación a Rivera Rodríguez como el hombre que le disparó al maestro jubilado de 79 años.

Jairo Rivera Rodríguez, sospechoso de asesinar al maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo el 3 de diciembre de 2023 en Cayey.
Jairo Rivera Rodríguez, sospechoso de asesinar al maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo el 3 de diciembre de 2023 en Cayey. (Suministrada)

El 3 de diciembre Alicea Arroyo transitaba en un vehículo Nissan Máxima junto a su esposa de 60 años hacia una actividad en una iglesia y se extravió, por lo que se detuvo a orillas de la carretera y realizó una llamada para que se encontraran con él.

En ese momento, se le acercó un auto y cuando bajó el cristal fue amenazado por dos hombres que le exigieron que le entregara sus pertenencias. Los individuos dispararon contra el matrimonio. La esposa de Alicea Arroyo resultó con una herida leve.

En la escena se recuperaron casquillos de dos calibres. El Nissan Máxima fue recuperado quemado el 8 de diciembre.

La captura del dúo fue lograda mediante confidencias recibidas por el Cuerpo de Investigaciones Criminales de Guayama, la labor de inteligencia y la colaboración ciudadana.

Alicea Arroyo, residente del barrio Santa Marta en Caguas, fue descrito como “ser humano extraordinario” que se destacó por ser activo en la iglesia adventista a la que asistía y por promover las actividades de la iglesia, especialmente las que estaban dirigidas para los jóvenes.